El 31 de mayo se celebra el Día Mundial Sin Tabaco. Fumar no es un placer para los sentidos. La primera vez que una persona se expone al cigarrillo, lo normal es que no viva una experiencia agradable. El tabaco tiene un olor fuerte e irritante. Cuando se aspira hay ardor y sensación de ahogo. Aun así, muchos se enganchan a este hábito y después les resulta difícil dejarlo. Hoy, Iria Fernández, del Centro de Psicología Resilencia, nos cuenta las fases para hacerlo.
En primer lugar debemos tener en cuenta que la nicotina es la sustancia responsable de la adicción al cigarrillo. Después de inhalada, tarda unos 10 segundos en llegar al cerebro. Allí estimula la producción de dopamina. Además, diversos estudios han podido establecer que en la adicción a fumar también influyen poderosos factores psicológicos.
Es muy frecuente que las personas comiencen a fumar durante la adolescencia. Se trata de un hábito usualmente prohibido por padres, eso es justo lo que atrae a muchos jóvenes. Los motivos por los que suelen empezar a fumar son la necesidad de adaptarse al círculo social; demostrar que uno ya no es un niño; reafirmar la independencia; imitar a personas admiradas que fuman o incluso para bajar de peso.
Fases para dejar de fumar
- Precontemplación: En esta etapa las personas no están intentando dejar fumar en un futuro inmediato. También pueden estar desmoralizadas por fracasos anteriores, y como resultado tienden a evitar leer, escuchar o hablar acerca de la conducta de fumar.
- Contemplación: Si el fumador está dispuesto a dejar de fumar en los próximos 6 meses, entonces se encuentra en este estadio. Son conscientes de que dejar de fumar tiene beneficios, pero también, son conscientes que hacerlo tiene su coste.
- Preparación: Las personas en etapa de preparación son aquellas que están listas a participar en intervenciones orientadas a la acción, porque están intentando dejar de fumar en el próximo mes y han realizado algún intento en el último año. Están más convencidos de que las ventajas superan las desventajas del dejar de fumar.
- Acción: La etapa de acción comprende el período que va desde que el fumador apaga su último cigarrillo, hasta que cumple 6 meses corridos sin fumar. En esta etapa se tiene que enfrentar el desafío de vencer la adicción al cigarrillo y empezar una nueva vida, como un ex fumador.
- Mantenimiento: Ahora que se ha mantenido sin fumar durante 6 meses consecutivos, se va a dedicar a consolidar los logros alcanzados en la etapa anterior. Si bien el esfuerzo es menor que en la etapa de acción, tendrá que seguir trabajando. Más difícil que dejar de fumar es mantenerse sin fumar.
- Recaída: Un fumador sufre una recaída cuando, luego de haber dejado de fumar, no pudo mantenerse sin fumar. El fenómeno de la recaída es un movimiento hacia atrás, hacia etapas anteriores del proceso de abandono del cigarrillo. Las recaídas son más frecuentes dentro de los tres primeros meses después de haber dejado de fumar.
Tratamientos
Los tratamientos recomendados para dejar de fumar son el consejo médico, el tratamiento psicológico, algunos fármacos que han mostrado ser eficaces para dejar de fumar y los manuales de autoayuda de tipo profesional. En casi todos los tratamientos anteriores, el papel del psicólogo es esencial en cualquier tipo de intervención. El tratamiento psicológico por sí solo, ha mostrado ser eficaz y eficiente y tiene una excelente relación coste-eficacia. Cuando se utilizan tratamientos combinados, el papel del psicólogo debe estar presente, ya que una dependencia implica factores fisiológicos, psicológicos y sociales.
