
Para muchas personas, tomar alcohol es solo una forma placentera de relajarse. Sin embargo, las personas con trastornos por consumo de alcohol beben en exceso, poniendo en peligro sus vidas y la de los demás. Pero, ¿cuándo se convierte en problema? Hoy Iría Fernández, del Centro de Psicología Resilencia nos cuenta todos los detalles.
El abuso de alcohol es un patrón de consumo de bebidas que deriva en consecuencias adversas importantes y recurrentes. Las personas que abusan del alcohol pueden no cumplir con sus obligaciones importantes en el trabajo o la familia. Pueden tener problemas legales relacionados con el consumo de alcohol, como repetidos arrestos por conducir bajo los efectos del alcohol.
Las personas con alcoholismo "técnicamente llamado como dependencia del alcohol" pierden el control de su consumo. No importa qué tipo de alcohol uno tome y ni siquiera la cantidad: las personas dependientes del alcohol a menudo no pueden dejar de beber una vez que comienzan.
La dependencia del alcohol se caracteriza por la tolerancia (la necesidad de tomar más para lograr la misma euforia) y el síndrome de abstinencia si la bebida se interrumpe bruscamente. Los síntomas de abstinencia pueden incluir náuseas, sudoración, inquietud, irritabilidad, temblores, alucinaciones y convulsiones. Conocido como Delirum Tremens.
Los problemas con el alcohol tienen múltiples causas, y los factores genéticos, fisiológicos, psicológicos y sociales desempeñan un papel importante.
- Para algunas personas que abusan del alcohol, los rasgos psicológicos como impulsividad, baja autoestima y una necesidad de aprobación provocan que se beba alcohol de manera inapropiada. Algunas personas beben para sobrellevar o "curar" problemas emocionales.
- Los factores sociales y del entorno, como la presión de los compañeros y la fácil disponibilidad del alcohol, pueden ser clave.
- Los factores genéticos hacen que algunas personas sean especialmente vulnerables a la dependencia del alcohol. Contrariamente a lo que se cree, ser capaz de beber sin que se le note, significa tener un mayor riesgo, de desarrollar problemas con el alcohol.
- Consumir bebidas alcohólicas en exceso puede causar cambios fisiológicos que hacen que beber más sea la única forma de evitar el malestar. Las personas con dependencia del alcohol pueden beber en parte para reducir o evitar el síndrome de abstinencia.
Consecuencias
- Los efectos psicológicos a corto plazo incluyen pérdida de memoria y depresor del estado de ánimo, desinhibición del comportamiento.
- Los problemas a largo plazo asociados con el consumo de alcohol incluyen trastornos mentales, daños cerebrales y pérdida de memoria grave.
- También aumentan de forma notoria sus posibilidades de morir debido a accidentes automovilísticos y suicidios.
- Los problemas con el alcohol no solo lastiman al bebedor. Es más probable que las familias de los bebedores experimenten violencia familiar.
¿Cómo ayuda el psicólogo?
- Antes de que el bebedor busque ayuda, un psicólogo puede guiar a la familia u otras personas a ayudar a que la motivación aumente.
- Un psicólogo puede comenzar con el bebedor evaluando los tipos y grados de problemas que experimenta. Los resultados de la evaluación pueden ofrecer una guía inicial sobre qué tratamiento debe buscar y ayudar a motivarlo para que se acuda al tratamiento. Las personas que tienen problemas con el consumo de alcohol mejoran sus posibilidades de recuperación al buscar ayuda temprano.
- Los psicólogos pueden ayudar a las personas a abordar los problemas psicológicos subyacentes a sus problemas con el alcohol. Estas terapias facilitan el desarrollo de habilidades para sobrellevar situaciones difíciles. A su vez, Muchas personas que tienen problemas con el consumo de alcohol tienen también otros problemas de salud, como ansiedad y depresión, que ocurren al mismo tiempo.
- También existen programas de autoayuda como Alcohólicos Anónimos. Estas terapias pueden ayudar a las personas a estimular su motivación para dejar de beber, identificar las circunstancias que desencadenan el consumo de bebidas alcohólicas, aprender nuevos métodos para sobrellevar situaciones de alto riesgo que propician la bebida y desarrollar sistemas de apoyo social dentro de sus comunidades.
- Los psicólogos también pueden brindar terapias de pareja, familiares y de grupo, que a menudo resultan útiles para reparar relaciones interpersonales y para resolver los problemas ocasionados por el consumo de alcohol.