
En el valle del Sil, en su entrada a Galicia, se encuentra Rubiá. Un hermoso paraje natural destino ideal para aquellos amantes de la espeleología por la cantidad de palas que hay en el Parque da Serra. Pero también quienes sean fieles seguidores de la botánica pueden encontrar aquí su destino ideal con la gran cantidad de orquídeas salvajes del mismo.
Su importancia data ya de época romana y es que por ella pasaba la famosa Vía Nova que unía Braga con Astorga que llego a también su importancia debido a que desde Oulego, dentro del concello, partía otra vía secundaria.

Pero Rubiá tiene mucho más que contar, es un paraíso perfecto para cualquiera que quiera conectar con sus orígenes.
Qué ver
- Caleira de Pardollán
En la parroquia de Pardollán se encuentra este antiguo horno de cal. Rubiá es de las pocas zonas de Valdeorras donde la piedra es caliza y no granítica, por eso la zona es conocida por las minas y los trabajos de cantería. De ellos se deduce que se trabajaba antiguamente en hornos como el de Caleira para llevar a cabo la fabricación de yeso y cal. Se encuentra muy cerca del embalse de Peñarrubia en el que también se puede observar el trazado del ferrocarril.

- Iglesia de Rubiá y de Biobra
Las edificaciones religiosas del concello son buen ejemplo de la importancia arquitectónica de la zona. En Rubiá su iglesia guarda un importante legado con el retablo del Rosario y los 12 apóstoles del retablo mayor. Pero también en la localidad de Biobra se puede encontrar a la Virgen del Rosario y la Verónica, obra de Gregorio Español que aparece en el sagrario del templo.

- Santo Estevo de Pardollán
Hay, además, en Rubiá, algunos de los escasos ejemplos de románico de la Comarca de Valdeorras. Santo Estevo de Pardollán, ubicada junto al parque natural al paso del Camino de Invierno a Santiago, es una joya románica en ruinas que han intentado proteger con más mimo que medios algunos vecinos y grupos defensores del patrimonio artístico. En la misma ruta jacobea se atraviesa el viejo puente de Regueiral.
- Miradores
Hay dos miradores en la localidad que permiten observar el río en su mayor esplendor: el de A Cruz y el de Vilardesilva. Desde ambos podrás observar las escarpadas montañas que hacen de frontera natural entre Galicia y León.
- Serra da Enciña da Lastra
La joya natural de Rubiá, el parque natural más mediterráneo de Galicia. En él bailan las encinas y los olivos con alcornoques o almendros que se mezclan con especies más gallegas como el roble o el castaño en un escenario de grandes contrastes y escasas precipitaciones que, sin embargo, está atravesado por corrientes de agua que van a la carrera camino de varios embalses que les ponen freno.

En él se conservan especies vegetales endémicas que no se encuentran en el resto del planeta y esconden en su vientre numerosas cuevas con estalactitas (colonizadas por una decena de especies de murciélago) donde se practica la espeleología. Un paraíso perfecto para perderse en la naturaleza.
Rutas de senderismo
Son múltiples las rutas de senderismo que se pueden realizar en Rubiá, sobre todo en el Parque da Serra que ofrece multitud de opciones para quienes quieran disfrutar de la naturaleza, adaptadas a todos los niveles. Algunas de las más sobresalientes son:
- Ruta do Real de Oulego: esta ruta comienza en Oulego en el área de descanso de Ponte, al lado del río Galir. Los andarines podrán disfrutar de un paseo por tierras dedicadas a viñedos, huertas, pastoreos, choperas y la parte baja de sotos. Al lado del rio se encuentran sauces y chopos. La ruta finaliza en Robledo da Lastra.
- Ruta da Via Romana: esta ruta comienza y finaliza en el área recreativa del río Galir. Está caracterizada por cultivos, alcornoques, arbustos de estevas y castaños.
- Ruta da Ermida de Santo Estevo: esta ruta comienza y finaliza en el área recreativa de Pardollán. En ella, los interesados podrán disfrutar del conjunto de la ermita, el molino, el agua y de entornos calcáreos con bosque mediterráneo.
- Ruta Val do Sil: Esta ruta comienza en el mirador A Portela y finaliza en el del Túnel N-120. En ella se puede observar una increíble panorámica del núcleo asentado sobre la presa de Penarrubia. Además, los andarines podrán disfrutar de hermosas encinas, entre pasos de jabalíes y cortados calcáreos.
- Ruta das dúas vertentes: esta ruta comienza y finaliza en Biobra. En ella, se podrá disfrutar de sotos de castaños y tierras de cultivo, así como el gran paisaje del valle del rio Galir.
Hoteles y restaurantes
- A Porteliña. Una casa de campo relajante y sostenible. Situada en el Camiño das Chas, es un alojamiento con vistas a la montaña.