
La Feira do Viño de Quiroga despidió su XLII edición, celebrada durante todo el fin de semana, entre cielos nublados y lluvia. Eso no impidió ver la villa a rebosar durante el evento y también los días previos, pues en Semana Santa regresan a la localidad muchos vecinos que residen fuera.
Con el vino como gran protagonista, los actos de la feria arrancaban el viernes, con una cata de los caldos participantes que congregó a unas 70 personas, destacando la incorporación de muchos jóvenes.

La música completó la jornada, con el concierto de Peitoescuro y el estreno de la formación Mario Colomán & The Clocks Band, compuesta por jóvenes de Quiroga y Ribas de Sil y que reunió a unas 500 personas en un auditorio que se quedó pequeño.
El sábado, el sonido de las gaitas del Certame Celtibérico Memorial Muíño anunció el inicio de la jornada, que siguió con la inauguración del recinto ferial, donde las bodegas participantes comenzaron a dar de probar sus vinos con D.O. Ribeira Sacra entre los asistentes. La lluvia cayó fuerte por momentos, mientras que respetó buena parte de la mañana.

A partir de las 19:00 horas el recinto era un hervidero y subir la Rúa Real de Quiroga requería una buena dosis de paciencia pues no era fácil avanzar entre una multitud entregada a los vinos producidos en esta subzona vitícola y que aguardaba además la lectura del pregón.
Este año la sindicalista y tertuliana Afra Blanco, de padres quirogueses, fue la encargada de darle lectura . En su discurso, que estuvo “cargado de verdad”, explicó uno de sus “secretos”, que el valle de Quiroga es “mi refugio, el de mis recuerdos”.

Blanco tuvo palabras cariñosas para su familia. Mencionó a sus padres, que son de Nocedo y de Xestoso de Lor y son “mis referentes”, y también a sus primos de estas localidades y de Parada de Montes. Recordó las vivencias en esta zona durante sus períodos vacacionales.
Reconoció además que su amor por el vino lo descubrió hace años, precisamente en la Feria del Viño, y admitió que se sentía extraña sobre el escenario, porque su lugar en un año habitual estaría en la calle, entre los stands de las bodegas y rodeada de familiares y amigos.
La feria prosiguió con gran ambiente hasta entrada la madrugada, cuando los bodegueros recogieron y los más fiesteros continuaron la juerga en los locales de ocio nocturno de Quiroga, también repletos durante la noche.

Este domingo fue una jornada ya más tranquila, aunque no en número de asistentes, ya que fueron muchos los que se acercaron al recinto ferial a degustar los vinos de Quiroga. Tampoco faltó una importante representación institucional y de las formaciones políticas. Entre otros muchos, acudieron el conselleiro de Medio Rural en funciones, José González, o la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, así como alcaldes de la zona.
Los bodegueros despidieron esta Feira do Viño con satisfacción por la buena respuesta de los asistentes pese a la lluvia y por ver que este evento, que se celebra desde hace más de cuatro década, mantiene un buen estado de forma que posibilita dar a conocer todavía más y promocionar los vinos que se producen en el valle quirogués.
