
El peregrino que camina hacia Santiago ya no está solo. Gracias a la iniciativa Caminando contigo, transcurrir por la Ruta Jacobea será mucho más fácil. Y es que con un simple escaneo de un código QR instalado, en el Banco Peregrino de O Barco, Vilamartín, A Rúa o Carballeda, podrá adentrase en un mundo interactivo en el que obtendrá todo tipo de información relevante sobre el lugar en el que se encuentra.
De este modo, cuando llegue al banco de O Barco, situado en el Malecón, comprobará que le quedan unos 157,6 kilómetros aproximadamente para finalizar el Camino de Invierno y llegar a la catedral de Santiago de Compostela, lo que le permitirá descubrir que ya ha realizado con éxito más de la mitad del trayecto.
Asimismo, podrá conocer el lugar en el que se encuentra, por si no saben que O Barco es un municipio de la provincia de Ourense, situado en pleno Valle del Sil, y que es una tierra de gran producción vitivinícola, amparada bajo la Denominación de Origen Valdeorras. Además, conocerá el patrimonio cultural gallego y descubrirán que esta zona constituye un excelente enclave para los amantes del turismo y la naturaleza, ya que desde aquí se pueden programar excursiones al Parque Natural de la Sierra de la Lastra, Peña Trevinca o El Courel.

En el banco peregrino también podrán encontrar información relevante sobre el Camino de Invierno, una variante del Camino Francés, que surgió con el fin de evitar las cumbres montañosas como la de O Cebreiro, durante el invierno.
Además, podrán obtener información imprescindible para continuar la ruta en las mejores condiciones: asistencia sanitaria, teléfonos de ayuda, alojamientos (albergues, pensiones, hoteles…), bares, restaurantes y cafetería, medios de transporte o lugares de interés. También tendrán acceso a productos gourmet o souvenirs, por si quieren probar la gastronomía de la zona o llevar algún objeto característico del lugar para recordar su viaje.
Asimismo, el contenido de esta aplicación está en varios idiomas (inglés, francés, alemán, portugués…), por lo que es accesible para cualquier peregrino, con independencia de su lugar de procedencia. En definitiva, se trata de un banco que permite hacer un alto en el camino, y en el que los usuarios además de pararse a descansar pueden conocer las bondades de los municipios por los que discurre la ruta jacobea.