El 28 de junio se celebra el día del orgullo gay, una fecha para reivindicar los derechos de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales e instar al resto de la sociedad a que practique la tolerancia y la igualdad con el colectivo que lleva siglos sorteando la discriminación a nivel mundial a causa de su diversidad sexual. Cada persona tiene sus propios motivos para celebrarlo, pero lo que sí es motivo común es que aún queda mucho por conseguir. Hoy, de la mano de Iria Fernández, hablamos de cómo la psicología afirmativa puede ayudar a superar estos estigmas.
En primer lugar debemos saber que la psicología afirmativa es aquella que se centra en las necesidades y problemáticas de quienes integran el colectivo LGTBI. Se trata de adaptar el abordaje psicológico a pacientes, parejas y familias desde la sensibilidad a la diversidad sexual y de género. «De lo que se trata de aportar una visión positiva de la propia identidad y/o orientación sexual, afirmando lo que se es en vez de reprimirlo o de querer eliminarlo».
El objetivo es el bienestar emocional de la persona y la capacidad para protegerse del estigma social y los problemas psicológicos que este puede generar.
Las principales funciones son ayudar a resolver los conflictos familiares que pueden surgir; la aceptación personal; la ayuda a resolver dudas y el entrenamiento de habilidades sociales. Además, se ayuda a superar la transfobia u homofobia interiorizada, y es que el estigma y los prejuicios no solo se quedan “flotando” alrededor de la persona que los sufre. También interioriza estos elementos sin darse cuenta, llegando a sentirse culpable por lo que siente.
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