La novela habla del crimen de una joven de 15 años en su casa de Santiago de Compostela
Una semana más, Isabel Gavela nos trae top cinco de los libros más vendidos en Librería Praxis:
- La huella del mal, de Manuel Rios
- El Eco de la piel, de Elia Barceló
- El último barco, de Domingo Villar
- La sospecha de Sofía, de Paloma Sánchez Garnica
- La hija olvidada, de Armando Correira
"Belleza roja", de Arantxa Portabales
La novela recomendada esta semana comienza un 23 de junio de 2017, cuando en una lujosa urbanización de Santiago de Compostela la familia Somoza cena en el jardín con unos amigo. Xiana Alén Somoza, su hija de quince años es degollada en su habitación.
Mientras el cadáver de Xiana yace en el suelo anegado de sangre de su dormitorio, como si fuera una instalación artística, solo hay seis sospechosos y son las personas que estaban cenando en el jardín. Se tata de sus padres Sara y Teo; su tía Lía Somoza, gemela de su madre y pintora de fama internacional; una pareja de amigos, Fernando e Ines, y la anciana tía de las hermanas Somoza, Amalia.
Será su tía, Lía Somoza, la que descubra el cuerpo de la niña en medio de una escena que parece salida de un cuadro: el suelo de la habitación está completamente cubierto de sangre. En contraste con el rojo del suelo, las paredes, el mobiliario y el vestido de Xiana son de un blanco inmaculado.
El escenario del crimen no solo impacta por la muerte de una persona tan llena de vida y con un talento tan prometedor, sino por su ejecución. Los diecinueve metros cuadrados del suelo de la habitación aparecen cubiertos de sangre y en medio yace Xiana, boca abajo, con un camisón blanco. Blanco y rojo. Nada más. Alguien la ha asesinado y ha salido de la habitación sin que haya una sola huella en ese suelo lleno de sangre
Y esto es lo que hace que todos los indicios apunten a Lía, pero a los pocos días esta trata de suicidarse y es internada en un hospital. El comisario Santi Abad, con la ayuda de Ana Barroso —una policía joven, fuerte y temperamental con la que le irá uniendo una intensa y conflictiva relación—, deberá destapar los secretos mejor enterrados de los Alén Somoza, una de las familias más poderosas y adineradas de la alta sociedad gallega.
Será Ana quién se dará cuenta que el "escenario" del asesinato se parece mucho a una fotografía que muchos años atrás tomó la abuela de niña, una reconocida artista de Santiago de Compostela. Investigar el asesinato de Xiana será todo un reto para Santi y Ana. Para empezar ¿cómo pudo salir el asesino del cuarto de la niña sin dejar marcas en el suelo? ¿Como es posible que cualquiera de los seis que estaban en la casa pudiera cometer un crimen tan atroz, si todos querían a la niña?
Lo único que tienen claro es que el asesino solamente puede ser una de las seis personas que estaban en la casa en ese momento y a pesar de no ser un gran número de sospechosos, el caso no puede ser más complicado.
Buscar un motivo, un móvil y encontrar quién pudo montar, en tan solo unos minutos, tal escenario del crimen, es una complicada prueba que tendrá que superar la pareja de policías.
Mientras entre los sospechosos se suma el sentimiento de culpa, al dolor de la pérdida, pues todos eran personas muy cercanas a la joven Xiana, también se suma la desconfianza de mirar al de al lado sin saber si te estás enfrentando a su asesino o si, por el contrario, es tan inocente como aseguras ser tú mismo.
Capítulo a capítulo iremos viendo cómo la sombra de la sospecha va actuando sobre cada uno de ellos, cómo les debilita y trastorna y cómo serán sus reacciones.
Dentro de los personajes, sin lugar a dudas, hay que destacar a Teo y Sara, los padres de Xiana, que destrozados por la muerte de su hija, no solo tienen que afrontar la investigación policial, sino que son dos sospechosos más de su muerte.
Y en medio de todo esto aparece Brennan Connor, psiquiatra, que será un personaje fundamental en la resolución de este crimen, un hombre que carga con un pasado del que tampoco puede desprenderse. Y que se introduce en la narración por la voz que nos va contando en tercera persona lo que ocurre a lo largo de la investigación y también nos mostrará las conversaciones de Lía con Brenan, que la está tratando después de su intento de suicidio.
Perder un
hijo es algo tan antinatural, que como nos recuerda la autora en su libro, es
una pérdida que en la mayoría de los idiomas no tiene nombre; salvo los hebreos
que lo han llamado hore
shakul.
Y es que es muy difícil encerrar en una sola palabra ese vacío que es como si te arrancaran una parte de ti mismo, una parálisis que te impide continuar con tu vida, que hace que esta carezca de sentido. Y a pesar de que Xiana está muerta desde el minuto “0” en esta novela,… hay que ver como llegamos a conocerla a través del relato de Arantza Portabales.
Si desea escuchar la entrevista completa a Isabel Gavela, de Librería Praxis, pinche en el siguiente enlace:
