El próximo 4 de junio, a las 20 horas, volverá una nueva edición del «Viñotapeo». Una experiencia que cada año atrae a centenares de personas a Quereño, en Rubiá, incentivados por la buena gastronomía, el vino y la fiesta.
Tras dos años de pandemia las previsiones desde la organización de festejos se tornan favorables. «La gente tiene muchas ganas de fiesta y el pueblo, como siempre, está volcado para que todo salga a la perfección», señala Alma Rodríguez, de la comisión de festejos de Quereño.
La iniciativa, que se paralizó como consecuencia de la crisis sanitaria, surgió para dotar de actividad al pueblo y también para sufragar los festejos patronales en honor a San Cristóbal que se celebran en el mes de julio.
Quizás sea ésta su característica más loable. «Quereño es un pueblo pequeño que se porta muy bien, pero las fiestas cuestan mucho dinero. Al final hay que buscar alternativas y tras una reunión con los vecinos nos decidimos a organizar esta jornada», explica Rodríguez.
La ruta recorrerá los distintos barrios de la localidad: O Regueiro, A Currelada, O Quintairo, A Igrexa, As Cortiñas, A Teixera, A Estación I, Estación II, Estación III y A Estación IV. Tras finalizar la ruta, en la Casa de la Cultura de Quereño, conocida popularmente como La Pista, se dará un café y un postre casero que estará amenizado con música y buen ambiente. Con el precio de la entrada, de 10 euros, se hará entrega de una taza conmemorativa y un obsequio.
En cada una de las paradas los vecinos sacarán una mesa a la calle, engalanada para la ocasión, donde ofrecerán su mejor vino y un pincho o tapa. «Vamos a tener diez bodegas. El vino, es el que hacen los propios vecinos en su casa y que sirven durante este día a los visitantes».
Y es que al frente de la comisión de festejos está Alma Rodríguez y Oscar Torres, pero Quereño demuestra cada año que es mucho más. «Nosotros podemos organizar, pero al final es el pueblo el que colabora. También nos ayuda el Concello con las tazas y la charanga y el taller que se hace en centro social nos patrocina con los pañuelos». Sin duda un ejemplo de unión del que solo se puede esperar el mayor de los éxitos.
