
La comarca de Valdeorras, rica en historia y recursos naturales, ha vivido durante décadas marcada por la minería, especialmente la pizarra y el wolframio. Sin embargo, esta herencia aún no cuenta con un espacio museístico comarcal que recoja, conserve y divulgue esta parte esencial de su identidad. La reciente celebración del Día Internacional de los Museos ha vuelto a poner sobre la mesa una reclamación que cada vez gana más fuerza: Valdeorras necesita su propio museo.
Actualmente, el único centro museístico que permanece abierto al público en la comarca es el Museo Yosso en O Bolo. Este hecho ha despertado un sentimiento de carencia cultural entre la población, que considera fundamental contar con un lugar que recoja tanto la historia minera como el legado etnográfico de la zona.
El concello de O Barco ha dado un primer paso importante al proyectar un estudio de viabilidad para la creación de un Museo de la Minería. Esta iniciativa, que busca analizar la viabilidad técnica, económica y social del proyecto, ha sido bien recibida por vecinos, asociaciones y expertos, que consideran que es el momento oportuno para materializar una vieja aspiración de la comarca.
Diversos colectivos culturales señalan que Valdeorras no solo tiene un pasado minero digno de ser contado, sino también una historia ligada al ferrocarril, a la emigración y a la lucha obrera, elementos que podrían enriquecer el contenido del futuro museo. Además, se considera que un espacio de estas características contribuiría al desarrollo del turismo cultural, dinamizando la economía local y promoviendo el conocimiento del territorio.
Mientras se espera el avance del estudio encargado por el Concello de O Barco, la ciudadanía continúa movilizándose, convencida de que preservar la memoria de Valdeorras es también construir su futuro.