jueves. 28.03.2024

El concello, tras presentar un estudio sobre el desarrollo turístico de O Barco, también se ha comprometido a abrir una oficina de turismo

El turismo rural, de naturaleza, del vino y el industrial están en alza. Y Valdeorras lo tiene todo, o casi todo. Así lo refleja el estudio de "Oportunidades de desenvolvemento turístico para O Barco de Valdeorras" desarrollado por el Eixo Atlántico en colaboración con el concello.

En este documento se apuesta por O Barco como locomotora del geodestino Manzaneda-Trevinca, formado por 12 concellos y en el que todavía quedan muchas cosas por hacer. Desde el Eixo recomiendan, entre otras muchas cosas, cambiar el nombre por Valdeorras y definir qué municipios se quedan y cuáles no —algunos ya han manifestado su intención de formar parte de la Ribeira Sacra—.



Hay que tener en cuenta que en estos momentos ni O Barco ni el resto de la comarca son un lugar turístico, y que como explica el estudio, todavía queda mucho por hacer, pero está en una situación privilegiada. «Por ello debe ser locomotora de este geodestino. Además, está en el centro de un triángulo con el que compartir turistas como son Las Médulas, la Ribeira Sacra y Sanabria», argumenta María Carmen Pardo, coordinadora del estudio.

Eso sí, desde el Eixo confiesan que, dado que los turistas valoran mucho el tiempo que se tarde en llegar a su destino, es necesario mejorar las conexiones con la creación de la A-76 y el arreglo de la carretera de A Gudiña, lo que conectará dos AVE con la comarca.

El estudio está basado en una serie de fortalezas y debilidades que tiene el geodestino y, más concretamente, O Barco. Entre las primeras se encuentra una Ruta do Viño ya consolidada, parajes como «el Sil, la Serra da Enciña da Lastra y otros entornos en los que todavía se pueden hacer mucha actividades. Además, hay unas condiciones óptimas para el ecoturismo».

Pero también hay una serie de deficiencias. A la mala conexión, se une la ausencia de una oficina de turismo. «Tenemos que tenerla. Empezaremos con algo pequeño, tomándonoslo en serio. No podemos esperar más», señalaba el alcalde, Alfredo García, en la presentación.



Otro problema se encuentra en las bodegas. El enoturismo está comenzando a tener un gran tirón, pero en Valdeorras la mayoría son empresas familiares. «Es un handicap para ellos abrir en fines de semana o verano. Además, esto no reporta un ingreso a corto plazo para ellas».

Algo similar ocurre con las actividades y las agencias. Faltan empresas que oferten excursiones o cualquier otro tipo de complemento y tampoco existen paquetes cerrados para los visitantes.

Turismo industrial

Valdeorras es sin duda zona industrial por excelencia. La pizarra provoca un importante número de ingresos en toda la comarca pero todavía podría producir más. Para ello es necesario desarrollar el turismo industrial, algo en lo que ya se trabaja. «Está naciendo aquí porque el presidente del Clúster es de aquí».

Es por ello que el concello ya trabajan para complementarlo con la creación de un museo de la minería «y más cosas. Estamos dando los primeros pasos para tener la ubicación adecuada. Eso sí, es un proyecto a medio plazo».

O Barco trabaja en la creación de un museo de la minería