martes. 16.04.2024

El Centro de Día ha adaptado todos los protocolos para que el regreso de los usuarios sea seguro

El pasado 15 de julio, tras meses de incertidumbre, el Centro de Día O Salgueiral reabría sus puertas con un amplio protocolo de actuación marcado para proteger a sus usuarios. Una regreso que, como explica Patricia López, «ha ido muy bien, peor ha sido muy duro. Con muchos nervios».

Y es que, aunque el protocolo estaba completamente implantado, «hay que hacerlo realidad con 10 personas. De ellas, tres nuevas altas». Hay que tener en cuenta que los usuarios de este centro pertenecen a esa población de riesgo por lo que toda precaución es poca. «Tenemos una presión añadida para que todo salga bien y no haya problemas».



Eso sí, la adaptación no ha sido sencilla. A la llegada, se tomala temperatura a cada usuario y se desinfectan los zapatos en un felpudo especial y las manos con gel hidroalcohólico. «Ya están casi adaptados pero les costó un poco los primeros días. Además, no me ven la cara con las mascarilla y la pantalla».

En el centro las cosas han cambiado y los usuarios, lo notan. Ya no se sientan todos juntos, sino que las mesas están separadas por un metro y medio de distancia. «También les he conseguido pantallas para ellos, que son ligeras y están mejor que con la mascarilla».

Pero a pesar de todos estos cambios volver al centro ha supuesto un beneficio para los antiguos y nuevos usuarios. «Muchas familias se dieron cuenta en el confinamiento de que había un problema. A la gente mayor hay que cuidarla y, cuanto más la estimules, tendrá un mejor vejez en todos los sentidos».

Si desea escuchar la entrevista completa, pinche en el siguiente enlace:

Patricia López: «La vuelta ha ido muy bien, pero ha sido dura»