Los Corrolos son los hijos de Dolores, Manuel, Marisa y Pepe «O Neno» que decidieron hace nueve años retomar y afianzar los lazos familiares. Lo hicieron como mejor sabemos hacer los gallegos, en torno a una mesa con buenas viandas de la zona y mejor vino.

Anabel fue la artífice de esta primera celebración, por ser la que vivía en A Rúa, y decidió que la Bodega de Alán del Val era la mejor opción. Además de buen vino y mejor comida desde allí podían contemplar, casi a vista de pájaro, el lugar que vio nacer al «Corrolo» —bisabuelo de todos ellos— el lugar de O Barrio, una zona de A Rúa Vella donde nacieron los padres de los celebrantes.

«Empezó todo con cuatro primos que quisimos retomar el contacto con la familia, que no se perdiera y, sobre todo vivirlo aquí en la raiz donde nacieron nuestros padres y venir aquí a juntarnos, con una fecha marcada — siempre es el primer fin de semana de marzo—. Juntarnos todos los primos, todos los que quisieran y pudieran mantener la unión familiar y esas raíces, sobre todo», señala David, hijo de Pepe.

Lo que comenzó con una reunión de primos se ha ido ampliando y ahora se juntan parejas, se juntan hijos, algún amigo muy allegado «que se lo merece». El pasado sábado la mesa de la bodega de Alán de Val, reunía a 19 comensales «Corrolos y apegados».

«En un principio quisimos venir los primos directos a nuestra tierra, porque Alfonso —hijo de Dolores—, nos dijo a todos que, 'el árbol que pierde la raíz va perdiendo las hojas' y aquí estamos, enraizando», explica Alfonso —hijo de Manuel—.

Dolores, Manuel, Marisa y Pepe «O Neno», son hijos de Alfonso y Argentina, « le pusieron ese nombre en honor a toda la gente que tuvo que irse de Galicia y no volvieron. A nuestra abuela le pusieron Argentina y nosotros volvimos y seguiremos volviendo», aclara Alfonso sobre el nombre de su abuela, llevándose la mano al corazón.

En esta octava «xuntanza» —aunque todo comenzó hace nueve años hubo uno, el 2020, que debido a la pandemia no pudieron reunirse— estuvieron los hijos de Dolores, Alfonso y Cristina; el hijo de Manuel, Alfonso; la hija de Marisa, Anabel; y los hijos de Pepe, David y José a quién les acompañaron sus familias hijos, parejas y también «un allegado» Javi, al que quieren como uno más de los Corrolos. José Luis y Joaquín de la Bodega Alán de Val fueron también invitados.

Los Corrolos están repartidos por todo el territorio nacional e internacional: Andorra, Barcelona, A Rúa, Sabadell, Madrid, Lleida y Vilamartín, pero el primer fin de semana de marzo todos tienen un único lugar en su pensamiento, A Rúa, la tierra de sus antepasados el lugar de sus raices.
«Nosotros seguimos con la xuntanza de Os Corrolos y ojalá no se pierda», concluye David