El Concello de Carballeda de Valdeorras abrirá al público sus renovadas piscinas municipales, sitas en Sobradelo, mañana sábado día 7 de julio, las 12:30 horas, en horario continuado hasta las 20:30 horas. Este año, el Concello anuncia la gratuidad de la entrada debido a que el recinto todavía no está a disposición por completo. Y es que, la remodelación de estas instalaciones todavía está por concluir, ya que están enmarcadas en un proyecto cuyo presupuesto es de 958.518 euros.
La primera piscina de la que podrán disfrutar los usuarios está construida en el espacio en el que existía otra de dimensiones olímpicas. Ahora, la nueva obra conserva esas dimensiones, con una profundidad máxima de 1,60 metros, «con espacio y fondo suficiente para que los buenos nadadores puedan hacer sus largos». Así lo ha contado la alcaldesa del municipio, Mari Carmen González, que insiste en que la intención de la obra es «buscar que el bañista sienta que se sumerge en un río que en realidad está regularizado, con lo que puede disfrutar de él sin el miedo a no saber qué profundidad hay cuando se baña».
El agua con la que se llena este gran vaso naturalizado procede directamente del río, y continúa su ciclo hacia la piscina infantil, con suelo de hormigón para los más pequeños, que únicamente se llena con 40 cm de agua «para cumplir con la normativa», cuenta la alcaldesa, y que completa un ciclo de entrada y salida de nuevo al Sil. Para su depuración no se utiliza ningún producto químico, el agua se depura siguiendo un proceso natural a través de plantas como nenúfares rosas y amarillos, juncos, lirios amarillos y talias o achiras de agua. «Plantas como los nenúfares son consideradas invasivas, así que esperamos que dentro de 15 días esté toda la laguna cubierta», cuenta Mari Carmen.
En cuanto a la decoración utilizada, la infraestructura se ha realizado en una combinación de granito y pizarra, en forma de ocho. Se trata, según cuenta la alcaldesa, de «un trabajo de obra tremendo porque está hecho piedra a piedra y a mano».
En un lateral de las instalaciones, puede verse una peña natural de pizarra rústica que descansa en el río, «que lleva ahí toda la vida y lo que han hecho es respetarla y construir a su lado gaviones de pizarra que servirán para sentarse o tumbarse al sol con la toalla».
Ante el trabajo y el coste que supone la reposición continua del cesped, el Concello ha optado por crear una playa fluvial dentro de las piscinas naturalizadas. Algo que le otorga una continuidad a la decoración y la coherencia de un mismo criterio de respeto por lo natural, en una infraestructura creada en conexión completa con el espacio en el que está enclavada. En esa arena se dispondrá de sombrillas y hamacas para comodidad de los usuarios.
Las obras están todavía por concluir, todavía resta una fase más en la parte más alta a la que se accederá a través de una escalera. En esta parte se abrirá al público otra piscina, con dimensiones más pequeñas que la anterior y de agua salada, y un jacuzzi. También se contará con un servicio de vestuarios y cafetería.
Espera la alcaldesa que la naturalización del espacio haga incluso que los patos liberados hace unas semanas en la Jornada Ambiental, quieran formar parte de los atractivos del lugar.