Más de 600 piezas tradicionales ubicadas en 50 metros cuadrados es lo primero que se encuentran los cientos de visitantes que cada año acuden al salón parroquial de Rubiá para conocer el belén hebreo que la asociación de belenistas de Rubiá, a cuyo frente está Carmen Núñez crea con mimo y devoción ayudada por su cuñado Toño.
La armonía es la esencia de este tradicional belén que este año incluye como novedad un diorama de los desposorios que no se ubica dentro del belén sino cerca del mismo dado que se encuentra dentro del templo de Jerusalén tal y como ha narrado la creadora de esta espectacular recreación. No es la primera vez que hacen esto sino que ya un diorama anterior, Jesús entre los Doctores, que también se ubicaba parte. Además el Belén cambiara respecto a otros años con nuevos movimientos, humo y nuevas figuras, “siempre se perfeccionan y enriquecen elementos”, puntualiza Carmen Núñez quien que trabaja, prácticamente, todo el año. “Cuando estamos abriendo ya estoy pensando en cómo hacerlo el próximo año”, admite.

Un belén hebreo y bíblico en el que se recrean distintas escenas bíblicas así como algunas construcciones como el Templo de Jerusalén y que trata de ser fidedigno.

A lo largo de su extensión podemos encontrar alfareros, pescadores, pastores o incluso el proceso completo de la elaboración del pan desde que se planta el trigo. «Intentamos que no haya anacronismos y ser fidedignos a la realidad histórica».

Lo que tiene en particular este Belén es que todas las figuras son de estilo hebreo, artesanales, pintadas a mano y cuyas manos y cabezas están creadas en manera de abedul Algunas de ellas son de Mario Nebrija y de Rodríguez Pazos que son escultores belenistas que se conservan tal y como se hicieron pero la mayoría son creadas ex profeso para este fin.

El Belén se podrá disfrutar desde este domingo, día de Navidad, hasta el final de esta época de 17.00 a 20.00 horas y los fines de semana hasta febrero, “hasta la festividad de las Candelas”.