En el corazón del Parque Natural da Serra da Enciña da Lastra, en Rubiá, un grupo de 20 niños de entre 7 y 14 años vivieron una experiencia inolvidable este fin de semana. Rodeados de montañas, encinos milenarios y cuevas, participaron en la cuarta edición del Campamento Infantil de Espeleología organizado por el grupo Águilas Verdes, una cita que volvió a colgar el cartel de completo apenas unas horas después de abrirse las inscripciones.

La jornada del sábado fue especialmente intensa. A primera hora, el campamento recibió la visita del subdelegado del Gobierno, Eladio Santos, y contó con una demostración de rescate a cargo de miembros del GREIM de Trives —Grupo de Rescate e Intervención en Montaña de la Guardia Civil— y del SEPRONA —Servicio de Protección de la Naturaleza—, quienes acercaron a los más pequeños a la labor que desempeñan en entornos naturales y de difícil acceso.

Marcos Fernández, miembro de Águilas Verdes y uno de los organizadores, destacó la importancia de estas visitas:«Es fundamental que los chavales vean cómo se trabaja en un rescate dentro de una cueva. GREIM y SEPRONA no solo muestran su profesionalidad, sino que despiertan vocaciones y enseñan valores».

Durante la mañana, los niños pudieron ver de cerca el material que se utiliza en rescates de montaña y espeleología, además de asistir a charlas prácticas sobre primeros auxilios, autoprotección y prevención de riesgos.

La exhibición incluyó maniobras de descenso y técnicas de evacuación en terrenos complicados. Justo Alemparte, miembro del GREIM de Trives, remarcó la importancia de la formación previa: «Lo primero es estar formados. Ya sea a través de clubes como Águilas Verdes o de técnicos deportivos, es la clave para disfrutar de la naturaleza con seguridad».

La jornada continuó con una excursión espeleológica a una de las muchas cuevas del entorno de Cobas, una zona que alberga más de 40 cavidades topografiadas y que, a pesar de su riqueza natural, sigue siendo una gran desconocida incluso para los vecinos.

Por la tarde, los participantes se desplazaron al embalse de para practicar kayak, combinando la emoción del agua con la belleza del entorno natural.

El subdelegado del Gobierno, Eladio Santos, destacó el valor de iniciativas como esta dentro del Plan Director de Convivencia y Mejora de la Seguridad Escolar:

«Estamos ante una actividad que fomenta el respeto por la naturaleza, la prudencia en la montaña y el conocimiento de los servicios de rescate. Es una herramienta educativa de primer nivel que conecta a los jóvenes con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado».
La limitación a 20 plazas responde a motivos logísticos y de seguridad, ya que el refugio de la Federación Galega de Espeleoloxía tiene una capacidad reducida. Pero esto no ha sido un impedimento para consolidar el campamento como una referencia en la comarca. Cuenta con el respaldo del Concello de Rubiá y de la Federación Galega de Espeleoloxía, y su formato, que combina aprendizaje, aventura y convivencia, es ya un éxito entre familias y pequeños exploradores.

«No pretendemos que todos se conviertan en espeleólogos, pero sí que vivan una experiencia que recuerden para siempre», concluye Marcos Fernández.
Y eso es, precisamente, lo que sucede: los niños vuelven a casa con una mochila cargada de emociones, conocimientos nuevos y la sensación de haber tocado el corazón de la tierra.