El Viñotapeo de Qurereño, en su novena edición, fue una muestra de entusiasmo que logró desafiar a la lluvia, que en un principio caía con persistencia. A pesar de las inclemencias del tiempo, no hubo quien se desanimara y todos los asistentes, con paraguas en mano, se acercaron a disfrutar de una tarde llena de sabores, música y buen ambiente. Las calles del pueblo, que se encuentra en la entrada a Galicia desde el Bierzo, se llenaron de gente que quería vivir la experiencia de degustar las tradicionales tapas, acompañadas de vino, mientras la charanga Manía León amenizaba todo el recorrido con su música en vivo.
Cerca de 350 personas participaron en esta jornada, que recorrió los diferentes barrios de Quereño: O Regueiro, A Currelada, O Quintairo I y II, As Cortiñas, A Teixeira, y A Estación I, II, III y IV. El recorrido gastronómico culminó en la Pista, donde la disco móvil, el bar y el buen ambiente invitaron a seguir disfrutando y celebrando juntos. La originalidad del evento radica en que cada una de las diez casas participantes prepara su propia tapa, permitiendo a los asistentes degustar desde empanadas y chorizos caseros hasta sopas de ajo, guisos de patatas con carne, mollejas guisadas, albóndigas y salchichón, todo elaborado con mucho cariño por los dueños de los puestos.
Esta iniciativa surgió inicialmente como una forma de recaudar fondos para colaborar en la organización de las fiestas patronales de San Cristóbal. Alma y Oscar, miembros de la comisión de fiestas y organizadores del Viñotapeo, expresan su agradecimiento por la implicación de todo el pueblo, la colaboración del Ayuntamiento de Rubiá y, por supuesto, a todos los visitantes que hicieron posible esta jornada especial. Sin duda, una tarde que quedó marcada por la unión, la tradición y el buen sabor de boca, incluso bajo la lluvia.
