viernes. 15.08.2025

La III Feira Irmandiña de O Bolo se suspende tras la comida por los incendios en O Seixo

La pregonera, Blanca Cotado, reivindicó la cultura y el orgullo rural en una edición marcada desde el inicio y hasta su suspensión por los incendios
 

Lo que marcó el inicio de la jornada fue también lo que precipitó su final. La tercera edición de la Feira Irmandiña de O Bolo arrancó este jueves con mensajes de apoyo a quienes luchan contra el fuego y a un vecino herido en el incendio de Oímbra, y terminó interrumpida después de la comida por los incendios que afectan al municipio, especialmente en la zona de O Seixo.

La Praza do Castelo se llenó desde primera hora de artesanía, música, disfraces y reencuentros. «Pretendemos dar protagonismo aos produtos locais e artesanais», destacó el alcalde, Miguel Ángel García, mientras celebraba la participación de expositores del propio concello y de localidades vecinas. «É unha alegría ver á xente cada vez máis animada e con máis ganas de ambientar a feira», añadió.

La inauguración contó con la diputada especial para Valdeorras, María del Carmen González, quien recordó que O Barco, Rubiá y Carballeda lograron, hace tres años, transformar la destrucción de los incendios en «reconstrución, volver a vivir e a traballar con futuro». También apeló a revitalizar la España vaciada «non só o día da festa».

El pregón lo pronunció Blanca Cotado, vecina de Fornelos do Bolo, que defendió el valor del rural, la cultura y la memoria familiar. «O rural non pode ser só unha lembranza ou unha foto, ten que ser presente e futuro», dijo. Compartió recuerdos de infancia, agradeció a su familia y a la técnica de turismo, Sole, e hizo un guiño a la lengua gallega tal y como se habla en la zona: «Non é mellor ni peor co de ningures, é auténtico». También dedicó sus palabras a su abuelo, Isaías Galán, y a su amiga fallecida Leo Bosch.

Tras el pregón y el tradicional «porco ao espeto», la programación incluía teatro y música para la tarde. Pero el avance de las llamas en O Seixo obligó a cancelar los actos y poner fin antes de tiempo a una cita que, aun así, volvió a demostrar que O Bolo mantiene vivo el espíritu de unión y orgullo por su tierra.

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