viernes. 29.03.2024
somoscomarca_asermitas_paisaje (9)
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No hay un lugar como este. No hay un lugar en el que la religiosidad, la naturaleza y la arquitectura se den la mano como lo hace en el área recreativa de As Ermitas, un punto privilegiado situado a los pies del santuario homónimo en O Bolo. Un lugar donde el río Bibei ofrece un remanso y el agua cristalina un perfecto lugar para relajarse.

Además, el agua no cuenta con corrientes por lo que la hace perfecta para que, hasta los más pequeños o aquellos menos versados en las artes natatorias, puedan disfrutar de esta piscina natural.

Aunque poco frecuentada ofrece una gran número de posibilidades. Su agua con pocos grados refresca de las elevadas temperaturas veraniegas. Además, el paisaje, salpicado de viñedos y olivos en las laderas que la envuelven así como árboles para dormir una buena siesta a la sombra son el mejor entorno para disfrutar del patrimonio etnográfico con tres antiguos molinos de harina y aceite restaurados.

La playa fluvial de As Ermitas es, a su vez, coronada por la «joya» arquitectónica de la comarca de Valdeorras, el Santuario de As Ermitas, que invita a los visitantes a descubrirlo antes de darse un buen chapuzón.

Los visitantes encuentran en este punto un rincón «mágico», que inspira. A primera hora de la mañana el lugar está desierto, para llenarse horas después de la vida que dan los bañistas y excursiones de visitantes que no quieren perderse este reducto de naturaleza en estado puro.

As Ermitas combina su playa fluvial con la posibilidad de realizar rutas de por el pueblo, por el sendero del Vía Crucis para conocer sus famosas estaciones y para descubrir localidades ya deshabitadas como As Escadas.As Ermitas es un lugar de visita obligada cuyas cualidades no pasa inadvertida para los que veranean en Valdeorras.

Una de sus grandes bazas es el fácil acceso al área de recreo. Dispone de un amplio espacio de estacionamiento, pensado también para los autobuses que van y vienen con excursionistas para visitar el conjunto monumental y el pueblo.

Un baño muy espiritual