Está inclinada, con un agujero y atada con cinta adhesiva americana
Rodeada de cinta adhesiva americana en color plata, a modo de sujección; rota e inclinada. Así se encuentra una farola situada en la calle Gonzalo Gurriarán, en O Barco, avenida de prolongación del paseo de O Malecón. La «estampa» que brinda a los ojos de los viandantes ha sembrado dudas sobre si un soplo de viento podría provocar que se desplomase contra el suelo.
El mal estado de la farola ha suscitado preocupación entre vecinos y vecinas de la villa barquense, ante el temor de que pueda caerse sobre las personas que transitan por la zona. Y aún cuando esto no suceda, pone en evidencia que una pequeña parte del mobiliario público urge una reposición.
«Nos parece un peligro. Hay personas que pasean tranquilamente por ahí. Y si no tuviese ningún riesgo por lo menos que la quiten y pongan otra», comenta un grupo de vecinas que pasea por la zona.
Sin embargo, el alcalde de O Barco, Alfredo García, garantiza que no existe peligro alguno para los viandantes. Relata que la farola fue destrozada por un coche, después de empotrarse contra la misma. Y brinda tranquilidad a los vecinos. Además, será sustituida por otra nueva.
Y es que el Concello de O Barco anunció en los últimos días que recibirá una «inyección» económica de 799.695,84 euros, concedida por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), para la renovación integral de alumbrado público, de los centros de mando y del tendido eléctrico. Esto también permitirá la sustitución de nuevas farolas.
De hecho, el alcalde, aseveró en el reciente pleno de la Corporación que para el mes de marzo estará redactado el proyecto citado para su adjudicación y que será en torno al mes de noviembre cuando ya se podría ejecutar. «Quedará todo nuevo», apostilló.
