viernes. 29.03.2024

La Festa do Botelo de O Barco ya tiene su «estatuilla» oficial para la Mención de Honor que distingue cada año a personas vinculadas al mundo de la hostelería. Se trata de una escultura de pequeño tamaño, con cuerpo y rostro femenino,que se mantendrá como galardón oficial durante los próximos seis años. Su autor es el artista Roi Domínguez.

La pieza escultórica, creada en resina de poliéster y polvo de mármol, es la imagen de una mujer que porta un botelo en la cabeza, un gran tenedor en las manos y va vestida con el tradicional mandil azul . Todo ello, ha sido conjugado sutilmente con los colores del escudo de O Barco —rojo, blanco y azul—.  «Es un conjunto de referencias simbólicas que hacen alusión a la villa», explica el autor.

Roi Domínguez ha querido representar el mimo con el que se ha guardado la receta tradicional del botelo y, a su vez, rendir un homenaje a las madres, abuelas, «que tradicionalmente cocinaban en las casas y supieron conservar el botelo».

Proceso de creación de la escultura

La pequeña escultura transmite fuerza y, al mismo tiempo, suavidad. «Puede recordar una imagen sagrada o la de una guerrillera, con el tenedor como única arma frente a la dura batalla de llenar los estómagos más exigentes. Es simbólica», destaca Roi Domínguez. Su objetivo era buscar el lado divertido, romper la seriedad que tienen muchos de los galardones y fusionar elementos clave del botelo.



Roi Domínguez está encantado de que su pueblo natal le haya elegido para institucionalizar un apartado de una fiesta tan anclada en el sentir de la población. «Es una honra que cuenten conmigo, eso significa que valoran tu trabajo y si viene de tu pueblo, el orgullo es doble».

Además, este trabajo le ha permitido disfrutar de su género favorito, la escultura, por ser con la que empezó su trayectoria profesional.

El artista, que vive a caballo de Pontevedra y O Barco, estudió escultura en la  Escuela de Arte Pablo Picasso de A Coruña y, después, hizo Bellas Artes en Pontevedra. Ahora prepara su tesis doctoral, centrada en el trabajo artístico con objetos de desecho. Le gusta la docencia, si bien es consciente de que el universo artístico es inmenso y no quiere encasillarse. «Lo que más destaca de mi obra es que es muy heterogénea, multidisciplinar e, incluso, contradictoria. No sigo unas líneas marcadas, unas obras no tienen nada que ver con otras».

Roi ante sus dibujos de vino en la Casa Rio Cigüeño de O Barco

Sus proyectos más inmediatos pasan por una muestra colectiva en Cambados (Pontevedra) y mover su exposición «Verbena», de dibujos hechos con vino, por Galicia. Roi Domínguez no se detiene para seguir avanzando en su carrera profesional.

Roi Domínguez esculpe el rostro femenino del botelo