
Los grupos de teatro amateur de la comarca llevan un año parados y la pandemia le impide programar nuevas actuaciones
“Teatro, lo tuyo es puro teatro” cantaba La Lupe en 1992. Pero lo de la pandemia de COVID-19 no es teatro, ni mucho menos. Los grupos de teatro amateur de la comarca se encuentran parados, adaptando sus ensayos a la cambiante normativa y sin perspectiva de futuro.
En Ruada, el grupo de A Rúa, Moncho Díaz asegura que llevan la situación “bastante mal”. “Con la situación que tenemos no se puede hacer nada”, destaca. Reconoce que están en contacto entre ellos pro vía telefónica y siguen buscando obras pero “a pesar nuestro, estamos parados desde que comenzó la pandemia”.
El pasado año no pudieron celebrar sus tradicionales jornadas de teatro, “y este año es perdido”. Destacan que no podrán hacerlas este año debido a que el resto de grupos tampoco tienen nada preparado y que, a estas alturas del año, ya deberían estar organizándolas.
El grupo tenía una obra preparada para su estreno cuando se declaró el Estado de Alarma. “Tenemos ilusión de poder retomarlo, pero la ilusión no la perdemos”, detalla. Reconoce que esta es una vía de escape de su rutina diaria y que el grupo es una gran familia. “Los días de ensayo, que solían ser los viernes a última hora de la tarde, lo que impide el toque de queda y eso nos ayudaba a evadirnos de la monotonía. A parte de hacer lo que nos gusta, nos hacía mucho bien”, destaca.
Esperan a que las medidas se relajen para poder volver a juntarse y salir libres a un escenario, “sin miedo ni temor. Porque ahora hay miedo a juntarse, por mucho que queramos”. Cuando vuelvan quieren preparar la obra que estaban a punto de estrenar y que las 12 personas que forman parte del grupo puedan volver a disfrutar del teatro.
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Gargallada, O Barco
Manuel Caramés es el representante de Gargallada, el grupo de teatro de O Barco quien recuerda que la declaración del Estado de Alarma les llevo a cancelar cuatro representaciones teatrales. “A nivel de grupo tuvimos que parar los ensayos de la nueva comedia que estábamos empezando a preparar y estamos en ese momento de espera”, asegura aunque aclara que cuando la normativa se relaja aprovechan para adelantar trabajo.
“Ensayamos en función del nivel de restricciones. Cuando no se pueden juntar personas no convivientes lo hacemos a través del ordenador. Cuando se abrió un poco y se puede ver la gente, manteniendo las medidas como la mascarilla y la distancia, hemos hecho algún ensayo para, al menos, mantener el contacto y hacernos una idea espacial de lo que es la obra que estamos preparando”, detalla. Además, a nivel individual preparan material de escenografía.
Actualmente, Gargallada está formada por doce personas divididas en dos grupos que preparan dos obras diferentes. “Es nuestra afición a la que le dedicamos nuestro tiempo libre. Gargallada nació en 2006 y han pasado diferentes personas en algo que nos gusta y nos divierte”, concluye.
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