
Decir Luisa López Cruz es decir a AEVA. Ella ha sido la cara y el corazón de la Asociación Empresarial de Valdeorras, desde que se fundó allá por el 1990 y hasta ahora que se jubila. Ella ha trabajado con todos los gerentes de la asociación desde Carlos Terán hasta la actual Araceli Fernández, pasando por Mª Carmen Rodríguez González, Santiago Melo Moreno y Javier Rodríguez Paradelo.
Por eso hablar con Luisa es parecido a hablar con un experto en sociología y economía de Valdeorras. Conoce los mayores retos a los que se enfrentó la comarca en los años noventa y también los desafíos que planteó el Covid, Ha sido testigo de todas las promesas incumplidas por parte de las administraciones a lo largo de estos años y también de todos los esfuerzos que realizaron y siguen realizando los empresarios de Valdeorras para conseguir ser más competitivos y un mayor desarrollo económico y social.
Este viernes 19 de octubre la asociación a la que ha dedicado toda su vida le rinde un merecido homenaje para reconocer su entrega en estos más de 30 años y nosotros hemos querido hablar con ella para conocer su historia, que es también la historia de AEVA,.
Los comienzos en AEVA
Muchos recuerdan a Luisa escondida entre cajas en la primera sede de la Asociación. Casi había que hacer un esfuerzo para encontrarla sentada en su mesa, escondida entre papeles y cajas de cartón, pero siempre dispuesta a echar una mano a todo el que lo necesitara. Esos fueron los comienzos. Ella era una joven recién licenciada en derecho que no tenía ni idea de qué se hacía en una asociación de este tipo, recuerda en una entrevista para Onda Cero Valdeorras.
«No tenía ni idea de lo que era el asociacionismo, yo estaba casi con la carrera recién acabada y vamos, muy poco sabía casi ni de las administraciones ni de los empresarios ni de nada, y lo que me encontré es gente muy abierta y gente que creyó desde el primer momento en el proyecto, me parece que la acogida fue muy importante, sobre todo teniendo en cuenta que no había ninguna experiencia similar, que no había hábito de asociacionismo. Sólo existía la Asociación de Pizarristas, pero era una asociación sectorial y creo que la gente creyó en el proyecto y creyó en la gente que estaba detrás del proyecto. Me parece muy destacable, muy de agradecer y que, desde luego, la asociación no sería nadie sin el apoyo de toda esa masa empresarial que apoyó desde los inicios» recuerda».
El apoyo y la ilusión de los empresarios
Ese apoyo hizo que los comienzos no fueran tan difíciles como cabía esperar. El proceso de captación, lo más duro en estos casos, fue muy sencillo y casi no hubo que convencer a nadie. «contábamos con el apoyo de la Confederación de Empresarios de Ourense, que ellos sí que tenían ya trayectoria y ya tenían experiencia y un poco lo que era la organización de las campañas de captación y un poco las ideas y los objetivos que iba a tener a AEVA y que se iban a plantear a los asociados estaban ya bastante definidos, eso también fue un apoyo, porque si no, no sería posible» reflexiona Luisa.
El objetivo de crear esta asociación estaba muy claro desde el principio. Valdeorras tenía que salir de su aislamiento y eso solo se conseguiría con unas buenas infraestructuras. «AEVA nació con el objetivo principal de buscar el desarrollo socioeconómico de la comarca» recuerda Luisa.
Y tenían claras cuales eran las prioritarias. «Pues en ese momento se empezó a hablar del proyecto de las autovías de acceso a Galicia desde Madrid y entonces ahí ya nos subimos al carro, estaba en aquel momento definiéndose un poco el trazado de la norte y de la sur y ya entonces contactamos con un ingeniero de A Coruña que valoraba la posibilidad de una autovía centro, porque no podemos olvidar que Valdeorras es la entrada natural a Galicia a través del río Sil y entonces parecía como lo más natural, lo más viable y lo más económicamente rentable también y luego bifurcándose una al norte y otra al sur, pero aquello no fue posible. Había intereses políticos más poderosos que nuestra capacidad reivindicativa y aquello no fue posible», se lamenta.
Los proyectos que aún no se han conseguido
No fue posible entonces ni ahora porque 34 años después Valdeorras sigue sin tener ninguna autovía. Y no es la única obra en la que no se ha avanzado en este tiempo. Luisa hace un recuento de aquellos proyectos que estuvieron durante años sobre la mesa de AEVA y de las instituciones pero que en un momento dado terminaron en un cajón y... ahí siguen. «Estamos igual o peor» comenta con resignación. «Lo único que hemos conseguido es el Parque Empresarial de A Raña, haber hecho una guía turística a la primera de Valdeorras y quizá lo demás siga pendiente».
Los logros en el sector del comercio
Pero no todo han sido fracasos en estos años. Luisa también recuerda muchos buenos momentos, hitos conseguidos a base de trabajo y esfuerzo y de todos los empresarios de la comarca, que siempre arrimaron el hombro. Recuerda con especial cariño la constitución en 2004 del Centro Comercial Obarcoaberto, el primero en la comarca y gracias al que «se captó bastante inversión para poder desarrollar y dinamizar el comercio, la hostelería y el sector servicios»
Tampoco puede olvidar las campañas de dinamización que se hicieron en el comercio, ni tampoco las innumerables campañas de Navidad, horas decorando tiendas y escaparates, utilizando cualquier material para crear nuevas figuras, nuevas ideas que llenaran de luz y alegría las calles del concello. «Trabajábamos los sábados, los domingos, hacíamos la decoración de tiendas, lo dejábamos precioso...»
Luisa también se siente orgullosa de la puesta en marcha de la ruta de pinchos, que con más de diez años, ya se ha consolidado como una de los eventos clásicos de la ciudad y que «dinamizó mucho el sector de hostelería y que también tuvo mucha implicación en la que se implicaron mucho los hosteleros y que hicieron cosas muy interesantes».
Espíritu reivindicativo
Pero si hay algo que no olvidará nunca y que recuerda con cierto orgullo son las reivindicaciones. «Se organizaban caravanas de vehículos para protestar, cortábamos carreteras, alguna vez tuvimos alguna multa, pero bueno. El tren, creo que se cortó también alguna vez, e incluso los comerciantes en más de una ocasión cerraron sus comercios antes del horario habitual para sumarse a las caravanas de vehículos o a los actos reivindicativos que organizábamos. También destacar la plataforma Autovía 76, ahí más que por el logro que no tenemos, como es obvio, por haber sido capaces de unir a todas las fuerzas políticas y sociales de las comarcas de Valdeorras, El Bierzo y Lemos» recuerda con cierta nostalgia. «Creo que eso también es importante, ser capaces de unir a tanta gente de distintas ideologías, de distintos puntos de vista».
Pero, recuerda que llegó un momento en el que los proyectos no avanzaban y poco a poco las fuerzas se fueron perdiendo, los acontecimientos políticos con una larga sucesión de convocatorias electorales copando la agenda de actualidad y relegando las reivindicaciones al fondo del cajón. Luisa recuerda que AEVA «siempre tuvo claro que iba a estar al margen de los vaivenes políticos y demostró que siempre fue una asociación apolítica y que ahí sí que no íbamos a intervenir».
La falta de un gran apoyo en la comarca
Ahora, cuando comienza su vida fuera de AEVA y tiene mas tiempo y perspectiva para reflexionar, Luisa López entiende mejor por qué muchas de las reivindicaciones no llegaron a buen puerto. «Nunca tuvimos ningún representante en los centros de decisión o por lo menos nadie que tirara por la comarca en los centros de decisión y creo que eso también es un handicap importante».
En todos esos años en AEVA hubo momentos difíciles, seguro, pero ella asegura que no los recuerda: « yo creo que lo compensa con todo lo a gusto que estuve y sobre todo con todo lo que aprendí, todo lo que crecí con toda la gente con la que me rodeé».
Luisa recibirá esta noche en la asamblea general ordinaria de la asociación empresarial de Valdeorras que se celebrará en las bodegas Roandi, el reconocimiento como miembro fundamental, por su contribución al desarrollo empresarial y social de la propia asociación y de la comarca.
Puedes escuchar la entrevista completa aquí