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El 2019 llegará con una despedida que se venía anunciando desde hace años ya que diremos adiós a las cabinas telefónicas.
Las nuevas tecnologías, pero sobretodo el móvil ha dejado en desuso a las 16.000 cabinas que todavía quedan en España. Eso sí, todavía no está confirmado su adiós que podría llegar mañana viernes en el Consejo de Ministros.
Desde hace años existe una nube sobre los teléfonos públicos que han dado servicio durante 90 años -el primero se instaló en 1928- a todo tipo de personas, desde familias que usaban este mecanismo para comunicarse entre sí cuando la distancia era grande, pasando por estudiantes, gente que no tenía cobertura móvil o inmigrantes que preferían llamar a sus países por la cabina para no llevarse un buen susto a final de mes.
El Gobierno tiene ahora que adoptar una decisión sobre su futuro antes del lunes, ya sea suprimir del servicio universal de telecomunicaciones mantener la obligación de mantener una oferta suficiente de teléfonos públicos de pago, o prorrogarla un año más, algo muy complicado, ya que todos los concursos que se han sacado en los últimos tiempos han quedado desiertos y de las 16.000 cabinas que todavía resisten el paso del tiempo, 12.000 no ejecutan ningún servicio al mes.
El servicio universal es la forma de garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a los servicios de telecomunicaciones independientemente de su localización geográfica obligando a un mínimo de calidad y precio asequible.
A partir del 1 de enero ya no habrá -en principio- más concursos para adjudicar el servicio y la multinacional decidirá el destino de las cabinas.
Si bien es cierto que por ejemplo en O Barco algunas pertenecen a la compañía Euskaltel -a través de R- y estas sirven como punto wifi para sus abonados.
En 1999 se alcanzó el número máximo de cabinas telefónicas con un total de 55.000 puntos públicos de telefonía, aunque si se suman los teléfonos instalados en bares, hospitales, aeropuertos, etc..., se contabilizarían cerca de 100.000 terminales.
Si al final se decide aprobar la erradicación de los teléfonos públicos para muchos quedarán los recuerdos de juventud e incluso recuerdos cinematográficos con el mediometraje de 37 minutos titulado "La Cabina", donde un hombre que realiza una llamada se queda atrapado en una cabina, siendo una película pionera en el género de terror en España.