sábado. 28.06.2025

Isabel Gavela recomienda "El camino de fuego"

La autora nos traslada a las impresionantes Highlands escocesas. A pesar de ser, como sus anteriores obras, una novela de misterio,  esta tiene además ingredientes románticos
Isabel Gavela recomienda "El camino de fuego"

Alejados de Suances (Cantabria), donde residen juntos desde hace años, Valentina y Oliver, su prometido, se encuentran disfrutando de unas vacaciones en las tierras altas escocesas. Pero el crimen no descansa y las circunstancias pronto los empujan a cederle espacio de ocio a las pesquisas de una investigación policial en marcha: un hombre ha sido hallado muerto en el castillo de Huntly que el padre de Oliver, Arthur Gordon, acaba de adquirir.

El edificio, además, ha sido pasto de las llamas. La autora nos traslada a las impresionantes Highlands escocesas. A pesar de ser, como sus anteriores obras, una novela de misterio, una novela negra por definirla de alguna manera amable, ésta tiene además ingredientes románticos.

Pronto nos pondremos  en la piel de Valentina seguiremos  el rastro de las llamas (física y metafóricamente hablando) y ¿reconocernos al  culpable, o a los culpables?

Arthur, el padre de Oliver, ha comprado el antiguo castillo de Huntly que en el siglo XVII había pertenecido a los Gordon, . Durante una visita, acompañado de un arquitecto amigo para hablar sobre su reconstrucción, encuentran una habitación secreta que encierra una serie de libros entre los que creen encontrar las Memorias perdidas de George Byron.

 Estos escritos habían sido presumiblemente quemados en una tempestuosa reunión en la que Thomas Moore, amigo de Byron y a quien el poeta se los había entregado para que se publicasen a su muerte, los arrojó a las llamas. Como es de suponer, el descubrimiento les parece extraordinario, pero esa misma noche se produce un incendio. Al día siguiente, se descubre un cadáver dentro de la habitación secreta del castillo. La policía escocesa comienza una investigación a la que Valentina y Oliver no son ajenos.

En el  camino del fuego Maria Oruña utiliza el mismo recurso que ya usó en el bosque de los cuatro vientos. Se remonta a 1836, año en el que Mary Macleod una joven de buena familia y Jules Berlioz se conocen en una la librería en la que Jules trabajaba como empleado. Jules se fija en la joven porque le parece que será una posibilidad de dejar de ser un don nadie, pero las cosas van a terminar de una manera que el no espera.

Y como en “El bosque de los cuatro vientos”, la autora comienza en este punto una historia paralela que suscita pronto nuestro interés.  Y como en la anterior novela consigue  diferenciar bien ambos relatos y pone un punto de interés los hechos ocurridos en 1836 con Mary y Jules porque esta parte de la historia nos la relata de forma diferenciada a la actual como si estuvieran escribiéndola de Jane Austen o las hermanas Bronté, o si Mary fuera una de las  heroínas de cualquiera de sus historias.

Intimista y romántica está tan bien contada que desplaza a la principal por la inquietud y misterio que rodea el amor prohibido de ambos jóvenes, de sus posibilidades como pareja y de su futuro. Y al final, tanto en un lado de la historia, como en el otro, un muerto, un asesinato. Y ¿qué tienen que ver Byron y sus memorias con ello?,¿Eran tan escandalosas en un país en el que los apellidos, y los clanes son tan importantes?, y ¿Cómo se siente Valentina ahora que tiene que ser testigo pasivo en un crimen, y dejar la investigación en manos de la policía de los Higlands?

Isabel Gavela recomienda "El camino de fuego"