
A estar alturas no queda nadie en la comarca de Valdeorras que desconozca que As Bestas no es una historia surgida de la mentalidad del cineasta Rodrigo Sorogoyen sino que parte de la historia real ocurrida en una aldea de Petín y recogida en el documental, Santoalla de los norteamericanos Andrew Becker y Daniel Mehrer con producción de la ruesa Cristina de la Torre.
La película celebrará, sin duda, hoy una gran noche puesto que esta nominada a 17 premios goya. Pero, ¿toda la comarca conoce la verdadera historia de Margot y Pol? Ellos son los protagonistas de la historia, una pareja de holandeses que llegaron a Santoalla en 1997, la aldea de Petín en la que solo vivía una familias formada por Manuel O Gafas, el padre; Jovita, la madre y sus dos hijos, Juan Carlos y Julio.
Aunque al comienzo la relación fue buena, compartían comidas y matanza, la relación se comenzó a torcer cuando el holandés y la alemana (de nacionalidad francesa en la película) conocieron que tenían derecho a cobrar la propiedad del monte comunal por un proyecto eólico y recibir una parte de la venta de los pinos. Así empezó una tensa relación con sus vecinos que llevó al holandés a colocar cámaras en su casa ya que temía por su vida, como recoge el interesante documental «Santoalla». Martin Verfondern advirtió en ese momento a los medios de comunicación de lo que él mismo denominaba «terrorismo rural» y predijo que lo mataría Juan Carlos, uno de los hijos de la familia que padecía una discapacidad mental.
El principio del fin comenzó el 19 de enero de 2010 cuando Martín salió de su casa, a la que nunca volvió. Le vieron con su Chevrolet Blazer en un bar cercano por última vez y aunque su mujer siempre apuntó a sus vecinos, la búsqueda resultaba infructuosa.
Cuatro años más tarde, a 12 kilómetros de su hogar, un helicóptero forestal advertía de la presencia del coche. Junto a él se encontró su cráneo, ambos calcinados. La justicia dictamino que se habían cumplido sus presagios y que había sido Juan Carlos quien le disparó de manera mortal con la escopeta. Al conocer su hermano Julio lo sucedido, ocultó el cadáver y quemó el coche.
Finalmente Julio fue eximido de ser cómplice por parentesco en el delito de encubrimiento mientras que Juan Carlos fue condenado a diez años y medio de prisión, aunque en 2019 ya empezó a gozar de permisos que le permitían pasar algún fin de semana con su familia, que se mudó a Petín.
En Santoalla sigue habitando Margot, quien asegura que esa es su casa aunque ahora es la única vecina del pueblo donde también descansan los restos de su marido. Allí vio la película « As Bestas» (y dijo que estaba muy bien) en un pase privado organizado por el cineasta e Isabel Peña, la guionista. Y aunque asegura que la historia está bien contada, recomienda ver el documental para conocer cuál es la historia real.
El director conoció el documental «Santoalla» que combina la visión subjetiva, las entrevistas y los increíbles paisajes del lugar. El documental muestra la visión de la peculiar vida llevada en Santoalla y la de las dos únicas familias residentes, con el final trágico. Un documental que cuenta con una fuerte labor de documentación y con el trabajo de la productora también de Valdeorras, Cristina de la Torre quien destaca que todas las imágenes son reales, sin lugar a la ficción.
Esta historia muestra la vida en el rural, sus bondades, durezas y la asfixia que puede provocar, una historia digna de los mayores de los premios.