
Profesores y alumnos del instituto barquense valoran la importancia de participar un año más en un programa europeo de movilidad
«Como coordinadora de Programas Europeos en el IES Martaguisela, me siento tremendamente afortunada de participar un año más en un proyecto europeo de tal trascendencia». Así se siente Rose Deus, profesora del centro barquense, quien lleva las riendas del programa Erasmus +. Este año además, explica, se dedica al patrimonio, «por lo que se han dado a conocer lugares tan lejanos como La Martinica, en el caribe francés, en contraste con el patrimonio griego, croata, polaco y rumano».
La última movilidad del programa la realizaban en la semana anterior a la Semana Santa, cuando siete alumnas y un alumno del centro participaban en el viaje a Oradea, Rumanía. «Nos sorprenderíamos de lo que tenemos en común, a pesar de la diversidad», apuntó Deus.
El hecho de que un centro educativo participe en un Erasmus+ es, como explica Rose Deus, «motivo de orgullo y de prestigio para toda la comunidad educativa», declara, «puesto que los valores que transmitimos en nuestro quehacer diario se ven reflejados en las movilidades realizadas a lo largo de los dos años de proyecto».
En las dos primeras movilidades — Grecia y La Martinica —, se establecieron las bases y los vínculos para la tercera movilidad que implicaba llevar alumnos. El centro barquense intentó llevar al máximo número posible a Rumanía. Finalmente, Marta, Inés, María, Sandra, Belén, Esther y Mario fueron los elegidos.
Los alumnos participantes se alojaron en familias a su llegada a Rumanía. «Se volcaron en todo momento con nuestros alumnos. Crearon unos lazos de amistad muy sólidos», relata la profesora. De sus alumnos se destacó el buen comportamiento y su disposición a relacionarse con los demás alumnos de otros países, algo por lo que fueron felicitados tanto por los anfitriones como por sus profesoras.
Allí descubrirían multitud de monumentos, entre ellos, las iglesias de madera en la región de Bihor. Los alumnos del instituto de Oradea «les enseñaron los trajes típicos de la región, junto con sus bailes y cánticos». La coincidencia con la Pascua les permitió aprender «a pintar huevos y cucharas de madera, además de coser punto de cruz».
Concluidas las movilidades de este año, ya se preparan para las del curso que viene: Polonia, en mayo y Croacia, en septiembre. En febrero el IES Martaguisela será anfitrión de este programa europeo. «Estamos ya preparando visitas y actividades para estar a la altura de los demás países», resalta Rose Deus.
Fotos cedidas