
Si la comarca de Valdeorras es una tierra mágica donde la leyenda y la tradición se unen a la historia en legajos que caen como las castañas de sus soutos no va a ser menos la vecina y hermana región de El Bierzo, que llegó a formar con Valdeorras una sola provincia.
Así, en nuestra búsqueda del baño perfecto y del cuento hecho realidad, nos acercamos al Lago de Carucedo, ese lugar construido por los romanos para lavar su oro y en que ahora se nos ofrece para disfrutar de un poco de relax en los meses estivales.

A cuatro kilómetros de las Médulas y bajo la mirada protectora del Castillo del Cornatel se encuentra la playa fluvial sin peligros para los más pequeños. Entre los servicios que encontrarás allí: chiringuito, juegos infantiles y alquiler de canoas.

Pero hay muchas más zonas donde bañarte en el Lago de Carucedo, como la zona de baño de Friera; una playa fluvial del río Selmo e ideal para los amantes del agua fría de montaña. La tranquilidad está garantizada en este pintoresco lugar que se encuentra a diez kilómetros de las Médulas.

Hay una tercera zona que es un planazo para los más pequeños, la zona de baño de Carracedelo. Allí encontrarás instalaciones con zonas acuáticas infantiles y toboganes para pequeños y adultos. Además de zona de jacuzzi y cascadas de agua.
Por último, la zona más tranquila, la zona de baño del pueblo de Lago, una de las que menos se visita y más tranquila donde además se admiten perros.
Leyendas
Además, mientras disfrutas de este agradable entorno puedes conocer la historia del lago, surgido al obstruirse su canalización hacia el río Sil debido a los lodos y arena procedentes de la explotación romana.

¿Pero sabes qué detrás de esto hay toda una historia de amor? La de Ondina, una mujer que vivía en Lucerna y que se enamoró del general Romano Tito Carissio, aunque ella no fue correspondida.
Según la leyenda, el dolor de Ondina fue tan profundo que estuvo años llorando y sus lágrimas hicieron que se inundara la legendaria ciudad de Lucerna y se creara el Lago de Carucedo.

Finaliza esta historia diciendo que todos los años, al amanecer del día de San Juan, cuando se abre el alba y el sol dora las aguas, se vislumbra al fondo el reflejo de la ciudad de Lucerna. En esa noche serena la bella Ondina sale del Lago de Carucedo en busca de un guapo hombre que la cure de sus desamores.
Sin duda, un maravilloso lugar para bañarse y disfrutar de las espectaculares vistas que ofrece el Bierzo cuando mira hacia Valdeorras.
