miércoles. 09.07.2025

Rolando Perrotta, un valdeorrés de corazón

Ejerció como médico anestesista en el hospital de Valdeorras desde finales de los setenta, hasta su jubilación y creó la unidad del dolor 
4d3846d7-7574-43e0-ab97-11492b27d624
Rolando Perrotta, un valdeorrés de corazón

La comunidad de O Barco de Valdeorras lamenta la pérdida de Rolando Perrotta, médico anestesista de origen argentino, quien dedicó su vida profesional a esta comarca, convirtiéndose en un valdeorrés de corazón.

Perrotta llegó a España en los años 70 desde Córdoba, Argentina, atraído por la oportunidad de ejercer su vocación en un lugar que necesitaba de especialistas. Su incorporación al hospital comarcal, junto con otros muchos profesionales de fuera que hizo que en esa época el hospital fuera conocido como «Naciones Unidas».

Su incorporación marcó el inicio de una relación profundamente comprometida con la medicina y con los habitantes de O Barco, como recuerda Orlando Saavedra, concellerio de Bienestar Social del concello de O Barco y director del centro sanitario.

Desde su llegada, Perrotta destacó no solo por su gran capacidad profesional, sino también por su calidad humana. Fue un pionero en la modernización de la anestesia en el hospital. Creó la unidad del dolor, un servicio innovador que cambió la forma en la que se abordaban los cuidados paliativos y el tratamiento del dolor en la comarca.

Su gran dedicación y compromiso ayudó a muchos a paliar su sufrimiento en los últimos momentos de vida, asegurando llegar al fin con dignidad. La confianza era tal en el anestesista que como recuerda  Suso Vilasánchez, enfermero de urgencias: «O sentimento que tiña a enfermería de urxencias é que daba seguridade. Sacaba as cousas adiante»

El anestesista se implicó desde un principio con las necesidades de Valdeorras y llegó incluso a presentarse a senador por el partido Socialista.

A pesar de los retos personales y de salud que enfrentó en sus últimos años, su legado como profesional y como ser humano permanece.

Perrotta será recordado por su dedicación incansable, su generosidad y su amor por esta tierra que lo acogió y con la que él se volcó. Su contribución al hospital y a la comunidad es un testimonio de cómo una vida entregada al servicio puede dejar una huella imborrable.

Hoy Valdeorras despide a Rolando Perrotta con gratitud y tristeza, y le recuerda como un hombre que, viniendo de lejos, eligió esta tierra como su hogar.

El cuerpo permanece en el tanatorio Santa Rita de O Barco hasta la celebración del funeral, el martes 26 de noviembre, a las 17:45 horas en el templo de Santa Rita.

Será 

Rolando Perrotta, un valdeorrés de corazón