A Micaella consiguieron rescatarla de la calle cuando ya estaba embarazada. Es de las últimas en entrar a la protectora de Peludines Callejeros de Valdeorras. Fueron muchos los que intentaron salvarla en varias ocasiones, pero no era posible cogerla. Quedó en celo y fue entonces cuando se pudo "capturar".
Finalmente tuvo ocho cachorros, de los cuales sobrevivieron siete. Todos tienen ya hogar, salvo Micaella. Pesa 12 kilos y tiene alrededor de tres años. Es muy sociable con todos los perros. Con personas desconfía algo más «porque fue abandonada, tenía collar. Tiene miedo al ser humano». Nada que el amor de una familia no solucione dándole confianza y seguridad.
Si alguien está interesado en su adopción, puede ponerse en contacto con la protectora a través de su facebook. Estos perros están vacunados, esterilizados, desparasitados y con chip. «A partir de ahí se mira el hogar, se firma un contrato de adopción y listo»