Basta escucharla unos minutos para percibirlo: Sherezade Núñez habla con la misma energía con la que encara su nuevo reto en la Diputación de Ourense. Historiadora del arte y teniente de alcalde de Vilamartín, acaba de incorporarse a la institución en sustitución de Aurentino Alonso, cumpliendo el acuerdo firmado por el grupo socialista al inicio del mandato.
Su primer pleno llegó marcado por la tristeza de los incendios que arrasaron Valdeorras este verano. «Foi unha toma de posesión un pouco agridulce porque coincidiu cunha catástrofe que nos deixou cun escenario moi complicado en Vilamartín e en toda a comarca», recuerda.
Pero lejos de abatirse, la diputada insiste en que ahora toca redoblar esfuerzos: «As necesidades que tiñamos xa eran moitas, pero agora vense acrecentadas. Temos que loitar día a día, sen descanso, ata conseguir o que merecemos».
Para Núñez, la Diputación debe ser «a chave principal entre os concellos e o goberno autonómico», una administración cercana y capaz de escuchar. Y no duda en señalar que muchas políticas pensadas desde las ciudades no funcionan en el rural: «O fundamental é que a xente nova sinta que pode quedar ou volver porque paga a pena ser da Galicia rural».
En sus palabras se percibe la urgencia, pero también la esperanza. Reconoce la disposición al diálogo del presidente provincial, Luis Menor, y destaca el compromiso con la carretera de San Vicente, una de las principales reivindicaciones de Vilamartín. Pero insiste: no basta con buenas intenciones, «hai que ser esixentes» y mantener la presión para que lleguen soluciones.
Sherezade defiende, además, la necesidad de que Valdeorras tenga siempre voz en las instituciones supramunicipales. «Somos unha comarca moi castigada, considerada o extrarradio do extrarradio, e necesitamos alguén que loite polas nosas necesidades», afirma con determinación.
Esa es la misión que se ha marcado. Y lo expresa con la misma firmeza con la que habla: «Collo este papel con ilusión e con forza, porque o que nos move é sacar adiante o que merece a nosa veciñanza».
Quien la escucha percibe enseguida que no son solo palabras: en su tono hay ilusión, en su mirada determinación. Sherezade Núñez llega a la Diputación con la convicción de que defender Valdeorras no es un cargo, sino una causa.
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