
O Barco de Valdeorras estrenó este lunes nuevo alcalde. Aurentino Alonso fue investido en un pleno extraordinario celebrado a las 13:30 horas, tras la renuncia de Alfredo García, que dejó la alcaldía el 1 de agosto después de 26 años en el cargo.
La sesión estuvo presidida por la segunda teniente de alcalde, Margarida Pizcueta, y se quedó pequeño para acoger a dirigentes socialistas y representantes de la comarca. En el salón de plenos se dieron cita el secretario xeral del PSdeG-PSOE, José Ramón Gómez Besteiro; el secretario provincial, Ignacio Vilar; el exsecretario Rafa Vilariño; el subdelegado del Gobierno, Eladio Santos, la alcaldesa de Petín, Raquel María Bautista; la teniente de alcalde de Vilamartín y diputada provincial, Sherezade Núñez; además de exconcejales de O Barco y de otros concellos. También asistieron los padres y el hermano del concejal, así como su esposa y su hija y otros amigos del nuevo regidor.

La de Aurentino Alonso fue la única propuesta para ocupar la alcaldía y obtuvo el respaldo de los nueve concejales del grupo socialista. Los tres concejales del BNG votaron en contra. Su portavoz, Manuel Agra, explicó que lo hacían «por coherencia», ya que en 2023 se opusieron a la investidura de Alfredo García y Alonso habia mostrado su intención de continuar con las políticas emprendidas por García. Aun así, deseó suerte al nuevo alcalde y agradeció la dedicación de su antecesor.
Los cuatro concejales del del PP presentes –faltaba el portavoz Antonio Melo– se abstuvieron. Su concejala Maite Estévez señaló que no cuestionaban la idoneidad de Alonso, pero que hubieran preferido la candidatura de Margarida Pizcueta para que O Barco tuviera por primera vez una alcaldesa.
Incendios, memoria y compromiso
Alonso abrió su discurso recordando los incendios que asolaron Valdeorras hace apenas unos días y que afectaron directamente a O Barco. Un total de 21 núcleos —entre ellos Cesures, Sobradelo, Xagoaza, Viloira o Soulecín— estuvieron rodeados por las llamas, lo que supuso una amenaza para casi el 65% del municipio. «Hoxe podería ter sido un día de loito», advirtió. Expresó su solidaridad con los vecinos afectados y agradeció la labor de brigadistas, bomberos, voluntarios, fuerzas de seguridad y del Ejército. La reconstrucción, afirmó, será «unha prioridade».
El nuevo regidor recordó que llegó a O Barco hace 35 años, que aquí nació su hija y que este municipio es ya su casa: «Dín que non fai falta nacer nun lugar para sentilo como propio. Eu son un exemplo diso». Tuvo palabras de agradecimiento para sus padres, emigrantes retornados, y para su mujer y su hija, por la paciencia y el apoyo.

También se dirigió a sus compañeros del grupo municipal y a Alfredo García, a quien calificó como «un alcalde con maiúsculas e un referente no municipalismo». «De ti aprendín que para gobernar hai que falar moito coa xente, pero sobre todo hai que escoitar», dijo.
Alonso adelantó que el nuevo mandato seguirá la senda marcada en los últimos años. Habló de reforzar los servicios sociales, apoyar al tejido económico y asociativo, impulsar la cultura y el deporte, proteger el medio ambiente, apostar por el rural, mejorar infraestructuras, recuperar el patrimonio y buscar soluciones al problema de la vivienda. También se comprometió a reclamar mejores comunicaciones y una sanidad de proximidad adecuada a las necesidades de la comarca. «Non me temblará nin a voz nin o pulso para reivindicar o que lle corresponde ao noso pobo, ante quen sexa e onde sexa», advirtió.
El nuevo alcalde tendió la mano a la oposición, a la que reconoció como legítima representante de parte de la ciudadanía: «O verdadeiro despacho dun alcalde non está na casa do concello, está na rúa, nos barrios, nas parroquias, ao carón da xente». Apostó por el diálogo y la cordialidad como fórmula para lograr acuerdos.

Antes de concluir, miró más allá de Valdeorras y mostró su solidaridad con los pueblos que sufren la guerra: «Desde O Barco, terra de emigrantes e de acollida, quero expresar o noso desexo de paz con Palestina, con Ucraína e con tódolos territorios asoballados polas guerras».
Alonso cerró su intervención mirando a los vecinos: «Póñome ao servizo de todas e todos vós con humildade, con responsabilidade e con ilusión. Porque creo no Barco, creo na súa xente e creo no seu futuro».