La Xunta de Galicia retiró a lo largo del año 2019 un total de 23 nidos de vespa velutina en la comarca de Valdeorras dentro del plan de vigilancia y control de este insecto invasor. Así lo ha dado a conocer el gabinete de la Vicepresidencia de la Xunta de Galicia, informando sobre los concellos de O Barco, A Rúa, Vilamartín, Petín, Larouco, Rubiá, Carballeda, O Bolo, A Veiga, Manzaneda y A Pobra de Trives. Cabe destacar que este es el número de nidos retirados por las llamadas de los vecinos al 012 pero no aquellos retirados de otras maneras o las reinas capturadas.
El concello en el que se retiraron un mayor número de nidos fue O Barco, un total de 9, seguido por Vilamartín con cuatro. Petín, Larouco y O Bolo vieron cómo se eliminaban dos nidos mientras que en Rubiá, A Veiga, Manzaneda y A Pobra de Trives hubo uno.
Tal y como ha explicado en varias ocasiones la Asociación de Apicultores de Valdeorras, estas semanas son las más adecuadas para la captura de la avispa asiática. La razón es que el insecto permanece aletargado para, en cuanto sube la temperatura, salir en busca de alimento.
Ahora la avispa asiática todavía se encuentra aletargada pero con la llegada de la primavera construyen nidos primarios. En ellos, la reina pone los huevos que formarán a las primeras avispas obreras. Estas, ya a finales de junio, construirán los nidos secundarios, los cuales pueden reunir hasta 15.000 avispas asiáticas.
El método más común para atrapar las avispas reinas es la colocación de trampas. Sin embargo, el sistema más común es el casero y consiste en abrir un agujero en la parte superior de una botella de plástico, de las características de la del agua mineral de mesa, e introducir una mezcla formada por un litro de zumo de arándano, medio litro de vino blanco y unas gotas de vinagre. Esta combinación tiene una duración de aproximadamente 12 días, según han informado en diversas ocasiones.
Cabe
recordar que varios concellos han trabajado para dotar a sus vecinos de trampas.
Como ejemplo, O Barco realizó en el mes de febrero un total de 200 trampas que
los trabajadores municipales ofrecieron a las personas interesadas en una
campaña puesta en marcha con la colaboración de la Asociación de Apicultores de
Valdeorras.