
Rafael Álvarez "El Brujo" llenó el Teatro Lauro Olmo de O Barco con su espectáculo Mi vida en el arte, dejando una huella imborrable en el público que abarrotó la sala hasta el gallinero. Con su inconfundible estilo, el actor llevó a los espectadores a un recorrido emocionante por la magia del arte escénico y la grandeza de los textos clásicos, destacando el poder del verso y la profundidad del teatro como refugio del alma.

Desde el inicio, con los versos de San Juan de la Cruz, «un tesoro de la mística del Siglo de Oro español», El Brujo envolvió al público en una atmósfera de reflexión y belleza literaria. «Los místicos son transreligiosos, van más allá de los límites de su propia religión», afirmó, conectando lo clásico con la universalidad del pensamiento humano. Su actuación combinó momentos de profundo calado filosófico con anécdotas entrañables, como la de su amigo que, enfrentando una enfermedad terminal, «lloraba no por su propio dolor, sino por el del mundo».
El Brujo demostró una vez más su maestría en el escenario, cautivando al público con su característica mezcla de humor, ingenio y reflexión. La risa se alternó con la introspección, logrando que cada asistente saliera del teatro con una sensación de plenitud artística y espiritual. La rapidez del mundo moderno también se coló en su interpretación, pero sin perder la esencia de la teatralidad más pura.

La apuesta por grandes obras y espectáculos está más que ganada en O Barco, como aseguraba el alcalde Alfredo García en Radio Valdeorras Onda Cero. La programación cultural de la localidad sigue sumando éxitos, con llenos absolutos en espectáculos recientes, como la actuación del mago Marcos Waldemar. La llegada de El Brujo ha confirmado el creciente interés del público por las artes escénicas y la necesidad de seguir apostando por espectáculos de primer nivel.
El alcalde destacó que esta gran acogida evidencia la importancia de ofrecer propuestas variadas, algunas con precios más elevados, pero que garantizan experiencias únicas. «Tendremos que compaginar eventos a precios habituales con otros de mayor coste, pero que ofrecen una calidad excepcional», explicó en el 92.0. En comparación con otras ciudades cercanas, como Ponferrada, los precios de espectáculos de este nivel siguen siendo más accesibles en O Barco, lo que refuerza su atractivo como referente cultural en la región.

Con Mi vida en el arte, Rafael Álvarez "El Brujo" no solo encandiló al público de O Barco, sino que reafirmó la vigencia y el poder del teatro como arte vivo y necesario. Un espectáculo que no solo divirtió, sino que también dejó huella en el alma de quienes tuvieron la fortuna de presenciarlo.