El 13 de marzo se celebró el Día Mundial del Riñón, una jornada dedicada a la concienciación sobre la importancia de la salud renal y la prevención. Con motivo de esta fecha, la Asociación para la Lucha Contra las Enfermedades Renales (Alcer) organizó distintas actividades en diferentes puntos de la provincia de Ourense, incluyendo O Barco de Valdeorras, Verín y la capital ourensana, con el objetivo de informar y sensibilizar a la población sobre las enfermedades renales.
Raúl Auñón, tesorero de Alcer en Ourense, destaca que la enfermedad renal es un problema en crecimiento y, a menudo, se detecta cuando ya es demasiado tarde. «Es una enfermedad silenciosa que no se percibe hasta el último momento», explica. Por ello, insiste en la importancia de la prevención, que pasa por una alimentación adecuada y un seguimiento médico regular. «Cuando aparecen síntomas como hipertensión, niveles elevados de glucosa o hinchazón en las piernas, ya es un indicio de que algo no va bien», advierte.
Para acercar la información a más personas, Alcer instaló mesas informativas en hospitales de Ourense, O Barco y Verín. En estos puntos, personal sanitario mide la glucosa y la presión arterial de los ciudadanos que se acercan, con el fin de detectar posibles factores de riesgo. «Queremos llegar especialmente a la población de las zonas rurales, donde muchas veces falta información», señala Auñón.
Además de la labor informativa, la asociación brinda apoyo a los pacientes y sus familias. «Una enfermedad renal puede requerir diálisis o trasplantes, y el impacto psicológico es enorme. Ofrecemos acompañamiento emocional, asesoramiento legal y orientación nutricional para hacer más llevadero el proceso», explica.
El papel clave de la donación
La donación de órganos es, según Auñón, la mejor esperanza para quienes padecen enfermedades renales graves. «Un trasplante cambia por completo la vida del paciente y le permite volver a una rutina casi normal», afirma. En los últimos años, la concienciación sobre la donación ha aumentado en toda Galicia, incluida la comarca de Valdeorras, lo que ha permitido salvar muchas vidas.
A pesar de estos avances, Alcer insiste en que aún queda trabajo por hacer. «Es fundamental seguir concienciando, tanto a la ciudadanía como a las administraciones, para mejorar la calidad de vida de los enfermos renales», concluye Auñón.
Quienes no hayan podido acudir a las mesas informativas pero deseen conocer más sobre la labor de Alcer pueden contactar con la asociación a través de su página web o en sus sedes en Ourense, O Barco y Verín.