

El primer equipo del CD Barco venció al filial de la Ponferradina y al Toralense en sus últimos encuentros del año, que eran amistosos. En los partidos oficiales las cosas no van tan bien. El conjunto de Lino Estévez come el turrón con un margen de solo dos puntos respecto al descenso a Primera Galicia. El equipo tiene jugadores de calidad, potencial y está unido, pero semana tras semana pasa lo mismo: el balón no entra en la portería rival. En las últimas semanas, el técnico ya hablaba de brujería. Nadie se lo explica.
Lo cierto es que el 2023 ya no empezó demasiado bien para el CD Barco en lo deportivo. El equipo había arrancado la temporada en Tercera RFEF con Javi Rey en los banquillos y una plantilla llamada a conseguir grandes cosas, sobre todo después de soñar la campaña anterior en el play-off de ascenso en Santiago y Lugo. Sin embargo, el equipo no cumplió las expectativas y el baile de entrenadores (hubo hasta tres relevos en el banquillo) no ayudó.

El equipo acabó penúltimo, con 31 puntos, tras ver como el filial del Deportivo ascendía en Calabagueiros. En teoría, a esa última jornada llegaban descendidos. Semanas después se supo que con un punto se hubiesen salvado, tras un inexplicable cambio protagonizado por la Federación Galega de Fútbol que salvó al Arzúa, que tenía los mismos puntos que los barquenses. «Era difícil igualar el ridículo que hizo el CD Barco este año, pero la Federación lo ha superado», dijo entonces el presidente del club, Nilo Ramos.

Todavía con ese sentimiento de impotencia, al equipo de Calabagueiros no le quedó otra que planificar la temporada en Preferente Sur con un objetivo más que claro: regresar a la Tercera RFEF. El club consiguió firmar la renovación de algunos de sus mejores jugadores, como Óscar Martín y Javi Pazos, así como el capitán Rubén García, y llamó a antiguos jugadores que no dudaron en sumarse al proyecto, así como futbolistas del área de Ourense.

El CD Barco apostó por Héctor Otero como entrenador, pero los resultados no acompañaron, situación que precipitó la salida de un técnico muy querido y que se llevó el cariño de afición y jugadores. El elegido para sustituirle fue Lino Estévez, que trata de reconducir una dinámica que parece no tener solución. En el vestuario esperan que el parón navideño les sirva para resetearlo todo y que en el 2024 se acabe el ‘meigallo’ que priva al equipo de puntuar y codearse con los mejores de la categoría. De momento, han llegado dos jugadores (Óscar Cruz y el portero Imanol Elías) para ayudar a conseguirlo.
El 50 aniversario
Al margen de lo que sucedía sobre los terrenos de juego, 2023 fue el año del 50 aniversario del CD Barco y en el que se organizaron bonitos actos para conmemorarlo. Uno de ellos fue el reencuentro de casi 150 exjugadores de todas las temporadas, en especial las de los años 80 y 90. Algunos llevaban desde entonces sin verse.
El Centro de Deportes Barco se fundó en 1973 tras una liga de ámbito comarcal. José Miguel Castro, que había sido portero, recordaba que los inicios fueron complicados (). «Era la primera vez que se federaba el club, era un equipo nuevo, con poco material —apenas teníamos balones para entrenar— pero la ilusión y las ganas que teníamos estaban por encima de las dificultades», contaba en Radio Valdeorras.

Más recientemente, Julio Pérez presentaba el libro ‘Historias do C.D. Barco, 50 anos dan para moito’ , un repaso por este medio siglo de fútbol. Lo que empezó como un artículo acabó convirtiéndose en un libro, debido a la gran cantidad de información recabada por el autor.
Una exposición en un escaparate de la familia Miranda, en el centro de O Barco sirvió para mostrar a los vecinos los títulos conseguidos en este medio siglo de existencia. El club también quiso acordarse de los socios que ya no están entre nosotros, con una ofrenda floral al Nazareno () en la parroquia de San Mauro de O Barco.