viernes. 29.03.2024

Celia Paradelo es la encargada de darle vida y color al pueblo de Santa Mariña

El núcleo de Santa Mariña, en O Barco, es tranquilo. Pocas cosas rompen la monotonía de este pueblo de alta montaña situado a 9 kilómetros del casco urbano barquense.

Lugar de vistas incomparables que invita al recogimiento, por ello se pueden realizar múltiples actividades que requieran paciencia, y sobre todo mucho silencio como es la pintura. Celia Paradelo es la encargada de decorar varios lugares públicos de este pueblo y también de casas.



Paradelo nos recibe en su huerta, rodeada por las gallinas en una monótona tarde pocos días antes de Semana Santa. Esta barquense sube a diario desde la capital comarcal para cuidar a su madre y, reserva un poco de su tiempo en la aldea para poder dedicarse a una de sus pasiones, la pintura.

De forma totalmente autodidacta comenzó a dejar su huella en diferentes fachadas, muchas veces en lugares no muy aptos para la pintura tanto por los materiales como por la ubicación. «Es complicado debido a la rugosidad del ladrillo o las paredes».



Las pinturas murales en San Mariña no son la únicas creaciones que realiza esta artista, ventanas, jarrones e incluso telas sirven para poder esparcirse y aportar algo de tranquilidad en su jornada. «Lo utilizó para relajarme» concluye.

Pinturas en las puertas de una de las calles de Santa Mariña (O Barco)
Pinturas en las puertas de una de las calles de Santa Mariña (O Barco)

Santa Mariña un pueblo con encanto