
En la provincia de Ourense, unas 6.800 personas conviven con la psoriasis, una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que representa el 10 % de todas las consultas en los servicios de Dermatología. Aunque su tratamiento ha avanzado mucho en las últimas décadas, aún quedaba un vacío importante: cómo actuar cuando esta patología se presenta junto a otras enfermedades graves. Ahora, un equipo liderado por el doctor Javier Labandeira, del Servicio de Dermatología del Complejo Hospitalario de Ourense, ha coordinado una guía terapéutica de referencia nacional para abordar estos casos complejos.
«La psoriasis sí está muy estudiada, pero hay un nicho de pacientes que también padecen enfermedades como lupus, vitíligo o esclerosis sistémica, y ahí faltaban protocolos claros», explica Labandeira. Es en estos contextos donde el tratamiento de una patología puede agravar la otra, y viceversa. «Decidimos sintetizar toda la evidencia científica disponible para crear una herramienta clara y visual, que permita al profesional sanitario saber rápidamente qué hacer y qué no».
La guía se estructura en diez capítulos, cada uno centrado en una combinación habitual de psoriasis con otra afección o situación clínica. Además de enfermedades cutáneas y sistémicas con alta asociación estadística, se incluyen también escenarios frecuentes como pacientes de edad avanzada, con enfermedades cardiovasculares o en situación prequirúrgica. «Todo está referenciado, sin opiniones personales, solo con estudios publicados y contrastados. Queríamos que fuera una guía muy práctica», detalla el dermatólogo.
Labandeira insiste en desterrar la idea de que la psoriasis es solo una cuestión estética. «Es una enfermedad inflamatoria sistémica. No solo afecta a la piel, también se asocia a problemas articulares y a comorbilidades como hipertensión, diabetes, obesidad o enfermedades cardiovasculares», advierte. El impacto sobre la calidad de vida es comparable, según diversos estudios, al de enfermedades crónicas como la artritis reumatoide o la EPOC. También está relacionada con un mayor índice de depresión y absentismo laboral.

Con un fuerte componente genético —si ambos progenitores la padecen, hay un 50 % de probabilidades de que un hijo la herede—, la psoriasis suele aparecer entre los 20 y los 40 años. Aun así, puede manifestarse a cualquier edad y, en palabras del especialista, «afortunadamente hoy contamos con un arsenal terapéutico mucho más amplio que hace dos décadas».
El proyecto, en el que colaboran profesionales de varios hospitales gallegos y españoles, además de universidades de dentro y fuera del país, se ha desarrollado íntegramente desde Ourense. «Es un orgullo poder aportar desde aquí una herramienta útil para mejorar la calidad de vida de los pacientes. Aunque ha supuesto muchas horas de trabajo fuera del horario laboral, la satisfacción de hacerlo bien y de que se valore en toda España compensa con creces», reconoce Labandeira.
Por último, el dermatólogo lanza un mensaje directo a los pacientes: «Aún hoy vemos personas que llevan años sin acudir al médico por experiencias previas poco satisfactorias. Pero los tratamientos han mejorado muchísimo. Aunque se trate de un caso complicado, lo más probable es que podamos ayudarles a vivir prácticamente libres de la enfermedad. Que no lo sufran en silencio: que vengan, que consulten. Hay solución».