miércoles. 29.03.2023
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La fiesta de Halloween celebrada el 31 de octubre tiene una gran relación con un fenómeno astronómico

La forma en la que vemos y conocemos el cielo ha cambiado mucho a lo largo de los años. Muchas celebraciones que a día de hoy mantenemos tienen su origen en fenómenos astronómicos. Uno de ellos es la fiesta de Halloween.

«Su origen es celta y se realizaba en el equinoccio de otoño. Esta cultura lo celebraba después de la cosecha y era una fiesta en la que pensaban que los muertos regresaban», explicaba Óscar Blanco, astrónomo. Bien es cierto que en la actualidad, esta fiesta es algo más tarde debido a que los calendarios han cambiado y este fenómeno llega a final de octubre. «Se disfrazaban para que así los muertos los confundieran con otros muertos. De Irlanda viajó a América y allí es donde cogió fuerza».



Pero esta no es la única peculiaridad de cómo se observaba el cielo antiguamente. «Lo hacían mucho más y mucho mejor. No había contaminación lumínica», aseguraba Blanco. Por aquel entonces el cosmos les servía para orientarse y también como orientación horaria, «aunque no les importaba la hora ni el día, sino la época del año».

Con el paso del tiempo la forma de ver el cielo ha cambiado «porque tenemos más información y ya no le damos el valor divino, como ocurría antes. Pero hay que pensar que cuando se escondía el sol, no sabían si volvería a salir». Algo similar ocurre actualmente con la astrología y los horóscopos, en los que se cree que el cielo puede influir en nuestro día a día. «También ocurre con la luna. Son muchos los que piensan que nacen más niños con el cambio de luna llena. Los datos demuestran que no es cierto», sentenciaba Óscar Blanco.

Si desea escuchar la sección completa de Óscar Blanco en Radio Valdeorras-Onda Cero, pinche en el siguiente enlace:

Óscar Blanco: «En la antigüedad se le daba al cielo un valor divino»