
El invierno 2024-2025 ha sido el séptimo más cálido de la serie histórica en Galicia, con una temperatura media de 9,8 grados, 1,3 grados por encima del valor habitual. Este aumento de temperatura se ha notado en toda la comunidad, pero también ha tenido un impacto significativo en comarcas del interior como Valdeorras, Trives y Viana, según el balance climatológico de MeteoGalicia y la meteoróloga Ángeles Lago.
En términos generales, el invierno fue ligeramente húmedo en Galicia, con un 17% más de precipitaciones de lo habitual. Sin embargo, esta media esconde una gran variabilidad entre los meses: diciembre fue seco, enero extremadamente húmedo y febrero se mantuvo en niveles normales. La lluvia estuvo marcada por el paso de varias borrascas con nombre, entre ellas Herminia, que dejó registros especialmente elevados en la comarca de Valdeorras.
Según Ángeles Lago, esta comarca, que normalmente recibe menos precipitaciones que otras zonas de Galicia, vivió jornadas de lluvias intensas. Destaca la jornada del paso de Herminia, cuando en Manzaneda se recogieron más de 80 litros por metro cuadrado en un solo día, de los cuales 70 se concentraron en solo 12 horas. Otras localidades como A Veiga, San Xoán de Río, Carballeda de Valdeorras y Rubiá registraron entre 30 y 40 litros por metro cuadrado en esa misma jornada.
En cuanto a las temperaturas, aunque las máximas estuvieron por encima de la media, el invierno también dejó episodios de frío extremo. El 8 de febrero, Manzaneda marcó -8°C y Viana do Bolo -5,5°C. En A Veiga, el 7 de febrero se registraron -6,5°C, valores que destacan dentro de una temporada caracterizada por temperaturas inusualmente altas.
El invierno también trajo vientos fuertes a la comarca. Con el paso de Herminia, punta Lardeira alcanzó rachas de 161,3 km/h, superando ampliamente el umbral de los 120 km/h que define un viento como huracanado. En otras zonas, como A Veiga y Carballeda de Valdeorras, se registraron rachas de entre 130 y 133 km/h, mientras que en San Xoán de Río y otros puntos se superaron los 80 km/h.
¿Un patrón que se repetirá?
Los datos de los últimos años muestran una tendencia clara hacia inviernos más cálidos y lluviosos. Desde 2016, las anomalías de temperatura en Galicia han sido de las más elevadas de la serie histórica. Según Ángeles Lago, aunque no se puede predecir con exactitud cómo será el próximo invierno, la tendencia general apunta a un aumento de las temperaturas y eventos meteorológicos más extremos.
Este cambio climático progresivo plantea desafíos para la comarca, especialmente en sectores como la viticultura y la ganadería, que dependen de la estabilidad climática. Con inviernos más cálidos y lluvias irregulares, los ciclos de cultivo y la disponibilidad de agua podrían verse afectados en los próximos años.