Valdeorras empieza el 2025 con heladas, mañanas blancas y un invierno que, por fin, parece recordarnos lo que es el frío. Sin embargo, estos días gélidos contrastan con el dato que marcó el año anterior: Galicia cerró 2024 como el tercer año más cálido de las últimas seis décadas, según los datos presentados por Ángeles Vázquez, conselleira de Medio Ambiente y Cambio Climático.
El informe elaborado por MeteoGalicia destaca que la temperatura media del año pasado alcanzó los 14,7 grados, consolidando una tendencia alarmante que sitúa a 2024 solo por detrás de 2022 y 2023 en el ranking de los años más cálidos desde 1961. Las mínimas subieron 1,4 grados por encima de la media histórica y las máximas lo hicieron en 0,8 grados. Este cambio, lejos de ser anecdótico, transforma los ciclos naturales de Galicia y afecta tanto al entorno como a la economía local.
En un año donde el calor predominó, noviembre rompió récords como el más cálido desde 1961, mientras que agosto se posicionó entre los cinco más calurosos. A pesar de esto, 2024 no fue uniforme: marzo y mayo fueron fríos, y septiembre sorprendió con un descenso notable, considerado «muy frío» según MeteoGalicia. Estos contrastes reflejan la creciente volatilidad del clima, que desafía las predicciones tradicionales y exige adaptaciones constantes.
En cuanto a las lluvias, la Comunidad registró 1.469 litros por metro cuadrado de media, un 14 % más que lo habitual. Febrero, marzo, mayo, septiembre y octubre fueron meses especialmente húmedos, mientras que agosto, noviembre y diciembre destacaron por su sequedad. Esta alternancia entre excesos y carencias es otro síntoma de un sistema climático bajo presión.
Ángeles Vázquez, acompañada de Paula Uría, directora xeral de Enerxías Renovables e Cambio Climático, y Juan Taboada, coordinador de MeteoGalicia, insistió en la necesidad de que Galicia asuma las competencias en meteorología. Esta medida, según explicó, permitiría optimizar recursos y ofrecer un servicio más eficiente a la ciudadanía, en un momento en que las decisiones sobre el clima son cada vez más estratégicas.
