jueves. 26.06.2025
A Rúa

El «desenclavo» revivió la Pasión y muerte de Cristo en A Rúa

Los hombres hicieron descender a Cristo para meterlo en una urna de cristal y las mujeres vistieron de negro riguroso para acompañar a la «Dolorosa»

La parroquia de San Esteban de A Rúa revivió el «Desenclavo de Cristo» , ceremonia que cumplió a rajatabla la tradición. Hombres y mujeres tienen en este acto religioso su cometido. Todo comenzó con el «Sermón de las siete palabras» durante el que se recitaron los momentos más importantes de la Pasión y muerte de Jesús en la Cruz.



A continuación, se produjo el «desenclavo». Un grupo de vecinos hizo descender a Cristo de la Cruz. Los hombres, con sus manos, cuidadosa y meticulosamente, introdujeron la imagen de Jesús Cruficado en una urna de cristal.



Martín González Nogueira es uno de los vecinos que participa desde hace 36 años en el desenclavo. Lo hace por devoción.  «Bajamos de la cruz aCristo varios hombres del pueblo. La tradición es así. Es muy bonita. En cada lugar se hace de una forma, pero en A Rúa Vella es muy especial, realmente emotiva», argumenta.



Recuerda que con el paso de los años se conserva este acto de la Semana Santa con la misma intensidad que en sus orígenes, si bien la pérdida de población hace que «cada vez haya menos personas que participen en la escenificación pues antiguamente éramos muchos más».

Martín González, a la derecha, en el momento del descenso del Cristo



Los hombres portaron sobre sus hombros al Cristo y, posteriormente, la urna de cristal con la talla para salir en procesión, soportando más de 60 kilos.  «Pesa, sí, pero se lleva con mucho gusto», añadió Martín González.

Momento emotivo del desenclavo, presentando la talla a la Virgen

En el momento de la procesión, otro grupo, en este caso de mujeres, ataviadas de un negro riguroso, con faldas y velos confeccionados expresamente para esta ocasión, portaron a la «Dolorosa» en  la procesión. «La tradición manda que sean mujeres solteras del pueblo, pero este precepto ha ido cambiando, son mujeres del pueblo y niñas, sin más», relataron vecinos del pueblo.

Las mujeres, al inicio de la procesión, en el interior del templo

El «desenclavo» volvió a escenificarse rodeado de un gran sentimiento religioso entre las numerosas personas que se acercaron a presenciarlo.

El «desenclavo» revivió la Pasión y muerte de Cristo en A Rúa