Su ganadería, Val do Conso promueve un modelo sostenible y regenerativo que trata de luchar contra el cambio climático y ofrecer al mismo tiempo un producto de alto valor añadido, que sin embargo tiene que competir en un sector donde la ganadería industrial tira los precios por los suelos, haciendo muy difícil la rentabilidad de las granjas familiares.
SOMOSCOMARCA: ¿Cómo llegaron a Vilariño porque son de zonas bastante alejadas?
PAULA JARQUE: Mi pareja es de Nápoles, aunque vivió mucho tiempo en Barcelona; y yo de Madrid. Nos hemos criado en grandes ciudades pero sentíamos mucha atracción por la naturaleza. Eso nos llevó a dejar nuestros trabajos y probar con un proyecto en el medio rural.
Estuvimos trabajando para otras personas en Castilla y León, en Huelva…y en Extremadura donde probamos por nuestra cuenta, no nos fue bien y después vinimos a Vilariño de Conso donde llevamos un año y medio y estábamos muy contentos.
SC: Su granja es exclusiva de cabras
PJ: Eso es, nosotros tenemos un rebaño de cabras, unas 170. Nuestro modelo es diferente, utilizamos el ganado para regenerar los suelos y mejorar las praderas. Esto nos da más comida y mejora su alimentación, beneficia la calidad y su vida pero también las plantas y el resto de animales de la zona.
SC: ¿Cómo se sienten en Vilariño?
PJ: En general estamos muy contentos en Vilariño, las personas nos apoyan y nos hemos sentido acogidos. En esta zona hay mucho ganado caprino, ahora hay tres ganaderías caprinas y antes todas las aldeas tenían un rebaño de cabras. Aquí de hecho la fiesta del cabrito, que coincide en fechas con el Entroido, es su fiesta particular.
SC: Trabajan pensando en la regeneración del ecosistema
PJ: Nuestro acercamiento a la ganadería fue desde una perspectiva de tratar de contribuir a mejorar el medio ambiente, a aportar en la lucha contra el cambio climático, a mejorar en los diseños paisajísticos que habían quedado perdidos con el abandono del campo, a ayudar a que la diversidad tanto de flora como de fauna aumente. Ese fue el motivo principal para convertirnos en ganaderos.
SC: Hace unos meses, Garzón puso sobre la mesa que no toda la carne es de calidad
PJ: Es un debate necesario porque a los consumidores no nos cuentan el proceso, los costes ambientales y sociales…es un debate necesario como sociedad y como país para entender cuáles son los modelos de producción que tenemos y que queremos mantener o cuales pueden pasar al segundo plano.
SC: ¿Una pequeña ganadería puede combatir contra una macrogranja?
PJ: Un artesano nunca va a competir contra una industria con un número de producción muy grande y cuyos márgenes son mayores. Cualquier productor artesano no tiene posibilidad de competir porque no tenemos infraestructura, tiempos…similares, es imposible.
SC: ¿Es necesario que aumente la información en el etiquetado?
PJ: Falta etiquetado y que seamos más justos con el marketing que tenemos cada uno, porque hay mucha publicidad engañosa. Plataformas para la ganadería extensiva llevan mucho tiempo reclamando que a nivel institucional acuerden un tipo de etiquetado con el que el comprador pueda tener toda la información para elegir el producto que quiere. El único etiquetado que existe hoy que diferencia un poco es el de producto ecológico, pero se queda corto por la diversidad existente”, reclama Paula, al tiempo que pide que se diferencien los productos según vienen de explotaciones en extensivo o en intensivo.
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