La Andaina Santa Compaña, organizada con un enfoque diferente y simbólico, logró reunir a un nutrido grupo de senderistas dispuestos a disfrutar del paisaje, la naturaleza y el encanto especial de la noche más corta del año.

El evento comenzó a las 21:30 horas, con salida desde el Castillo de Arnado. Jose López «Parra» co-organizador, visiblemente satisfecho, explicó que «al final se animó bastante la gente, tenemos unos 120 participantes. La verdad que muy bien». No era fácil competir con los numerosos eventos que copaban la agenda comarcal ese fin de semana. «Conté hasta 20 actividades distintas en la zona. Pensé: ¿cómo va a venir la gente aquí con todo lo que hay?», bromeaba.
Sin embargo, la idea de hacer una andaina nocturna en la noche del solsticio de verano, cuando el día es más largo y la oscuridad tarda en llegar, terminó por convertirse en un atractivo más. «Intenté retrasar un poquito la salida para que nos pillase el anochecer llegando a Correxais. Calculamos que sobre media hora después de empezar ya se verían las primeras sombras, y la verdad es que el efecto va a ser espectacula», explicaba.

Aunque inicialmente estaba prevista una teatralización del recorrido, finalmente no pudo llevarse a cabo por causas de fuerza mayor. Pese a ello, los participantes no dejaron de disfrutar. «La gente viene por caminar, por compartir. El teatro hubiera sido un plus, pero no creo que nadie proteste», apuntaba.

La ruta, que unió Arrnando con Correxais, pasando por Fervenza, es una de las más valoradas por los amantes del senderismo en Valdeorras. «Para mí, es el recorrido más bonito que hay. Empiezas en el bosque, luego tienes unas vistas impresionantes y no es duro. Lo hace duro quien quiere llegar en media hora, pero en realidad es muy accesible», señalaba el organizador.
Una vez los andarines llegan de nuevo a Arnado, tras finalizar esta ruta circular les estaba esperando en la pradera del castillo una gran pancetada y unos gaiteiros para amenizar la noche.

Con un ambiente fresco y agradable, la noche acompañó a los caminantes, que disfrutaron no solo del trayecto, sino también del simbolismo que rodea a esta ruta inspirada en la mitología gallega. Una Santa Compaña reinterpretada, no para asustar, sino para invitar a caminar juntos en comunidad, entre sombras y luciérnagas.

La Andaina da Santa Compaña se despide con un claro mensaje: caminar también puede ser una forma de celebrar la cultura, la tradición y la belleza del entorno. Y en Valdeorras, las sendas no se agotan. El próximo fin de semana, la comarca acogerá una nueva cita: la andaina Solidaria de la Cruz Roja. Porque aquí, quien camina, no para.