El Concello de Vilamartín de Valdeorras informa de que en estos momentos los vecinos de O Robledo y San Vicente de Leira están completamente incomunicados. La carretera de O Mazo ha sido cortada debido a los daños producidos por la falta de mantenimiento y las fuertes lluvias de las últimas horas.
Cabe recordar que el pasado mes de abril una balsa de agua provocaba un derrumbe, arrastrando maleza y restos que provocaron daños en la ferrería de San Vicente. Una zona que, al parecer, como indica el alcalde, Enrique Álvarez Barreiro, no tuvo el mantenimiento adecuado, lo que ahora ha provocado esta rotura por las fuertes precipitaciones. «La Diputación está realizando el mantenimiento de esta infraestructura y entiendo que no se hizo lo que se tenía que hacer».
Es por ello que el consistorio ha procedido a cortar la calzada, lo que provoca que los vecinos de O Robledo, San Vicente, A Aldea y Os Chelos queden totalmente incomunicados. «Si rompe se hará el paso completo».
Desde Protección Civil trabajan para intentar acercar a estos vecinos todo lo necesario a través de las pistas forestales, aunque las previsiones de nieve podrían impedir esta llegada en las próximas horas.
El alcalde anuncia además que es posible que este incidente dañe también los tubos de agua domésticas de Arcos y Valdegodos, por lo que estas dos zonas podrían quedarse sin agua, acrecentando todavía más el problema.
Desde el Concello ya se había buscado una solución a este paso, con un proyecto que «presentamos hace dos año para hacer un paso de agua, pero la Confederación Hidrográfica Miño-Sil no aceptó. Hicimos otro y seguimos a la espera». Ahora, el objetivo es que este organismo de la aprobación para actuar de urgencia en las próximas horas «si no tendremos un problema muy gordo encima de la mesa».
El diputado Pablo Pérez ya se ha puesto en contacto con el consistorio para anunciar la llegada de medios en las próximas horas.
Histórico
La situación de la OU- 807 está enquistada desde hace 28 años. La actividad extractora realizada en la zona provocó la inestabilidad de la carretera y los continuos derrumbes sobre el río Leira. Cabe recordar que en el año 2015 se retiró la licencia a la empresa extractora, decisión que se recurrió. La Diputación apostó por utilizar la pista a Robledo para el acceso a los vecinos. Una solución que hace aguas, sobre todo ante el paso de maquinaria pesada, como la necesaria para hacer obras en el interior del pueblo.
Un problema que ha ido en diferentes ocasiones al pleno de la diputación y cuya solución se ha reclamado a través de manifestaciones, encierros, cortes... pero que sigue sin solución. El proyecto planteado cuenta con un coste superior a laso 10 millones de euros.
