Los efectos de los incendios del pasado verano estuvieron muy presentes este sábado en la etapa reina de O Gran Camiño, que finalizó en el Alto do Castelo, en Rubiá. El danés Jonas Vingegaard, ganador del último Tour de Francia, arrasó y se llevó la etapa, pero tuvo además un bonito detalle con los vecinos afectados por el fuego.
Con cada uno de los maillots de líder que fue consiguiendo (el amarillo, de la carrera, y el azul, de la montaña, además del premio por haberse llevado la etapa), Vingegaard recibió un carballo y decidió dejarlos todos en Valdeorras, para aportar su granito de arena en la repoblación de los montes quemados.
Gorgonio Moldes, vecino de A Veiga de Cascallá, de 87 años, recibió uno de ellos. Fue pedáneo del núcleo durante 14 años y presidente de la comunidad de montes y recordaba con verdadera tristeza lo vivido en verano. «Nunca vira algo así, foi unha pena moi grande», dijo a Somos Comarca.
Aunque reconoció estar «fastidiado», tanto por los efectos de los incendios como por temas de salud, hoy, al igual que el resto de vecinos de Rubiá y Valdeorras, Gorgonio no ocultaba su felicidad por la visita de O Gran Camiño a la zona.
«Nunca se viu algo así por aquí, veu moita xente», celebró, mostrándose «moi contento polo día de hoxe» y por el hecho de que la comarca y sus paisajes hayan entrado en televisores de decenas de países.
Sobre el carballo que le entregó Vingegaard, este vecino de A Veiga de Cascallá (aldea que quedó muy dañada por los incedios), aseguró que tiene «sitio bastante para plantalo» y que se pondría a ello en los próximos días.
Por su parte, el ciclista del Jumbo-Visma, que es uno de los grandes atractivos de la prueba, dijo conocer la situación a la que tuvo que hacer frente la comarca en el pasado mes de julio y reconoció que le había dado «mucha pena», sobre todo por el encanto de sus paisajes.
Para que los fuegos no se repitan
En la zona del podio estaba también el alcalde de Rubiá, Elías Rodríguez, que cree que «poucos eventos promocionan tan ben a nosa zona como foi O Gran Camiño» y confesó estar «moi satisfeito» por ello.
El mensaje que pretendía transmitir la etapa, indicó, era la importancia de «traballar todos xuntos para que o que pasou aquí non volva ocorrer en ningún lugar». Celebró la «incrible afluencia de público» y puso en valor las carreteras del municipio para la práctica del ciclismo.
