En un enclave cargado de espiritualidad y belleza natural como es el Santuario das Ermidas, la artista María do Ceo ofreció un concierto que quedará grabado en la memoria de los asistentes. Su voz, delicada pero firme, envolvió el templo barroco con la nostalgia y la profundidad del fado, el género portugués que mejor define su arte.
Acompañada magistralmente por la viola de fado de José Salgado y la guitarra portuguesa de Alex Salgado, la cantante tejió un repertorio íntimo y emocional que conectó de inmediato con el público. Fue un concierto cargado de sensibilidad, donde cada nota parecía acariciar las piedras centenarias del santuario.

«La gallega que nació en Portugal», o «la portuguesa que vive en Ourense», como ella misma se definió con una sonrisa, desplegó su repertorio habitual con la pasión contenida que caracteriza su estilo. Su voz amante y llena de dulzura resonó especialmente en los temas más emblemáticos de su carrera, donde no faltaron los fados clásicos ni composiciones propias que fusionan tradición y sentimiento.

Sin duda, uno de los momentos más emotivos de la velada fue su interpretación de «María la portuguesa», que arrancó suspiros y lágrimas entre los presentes. También impactó profundamente la canción dedicada a su madre, que interpretó con una mirada emocionada hacia la imagen de la Virgen de As Ermidas. Aquel gesto sencillo pero cargado de simbolismo dejó al público sobrecogido y culminó en una prolongada y cálida ovación.

El recital fue más que un concierto: fue un acto de comunión entre la artista, el espacio sagrado y un público que respondió con gratitud y emoción. María do Ceo, que lleva décadas construyendo un puente cultural entre Galicia y Portugal, ofreció un nuevo testimonio de que la música, cuando se interpreta desde el alma, no necesita traducciones.

El Santuario das Ermidas, encajado en la montaña ourensana y rodeado de una naturaleza imponente, sirvió de escenario perfecto para este encuentro entre arte, fe y raíces compartidas. Y María do Ceo volvió a demostrar por qué es considerada una de las voces más conmovedoras del fado contemporáneo.