domingo. 13.10.2024

El grupo arqueológico Sputnik Labrego finalizó, la pasada semana, su tercera campaña en Casaio

El grupo de arqueología Sputnik Labrego no es ajeno a la vida e historia en Valdeorras. El pasado viernes finalizaban su tercera campaña de excavación en los montes de Casaio y en las minas de Valborraz, aunque el estudio no ha llegado a su fin y lo volverán a retomar. La buena noticia es que, por el momento, no abandonan Valdeorras.

El grupo ha anunciado que, a partir de la semana que da comienzo mañana, realizarán trabajos sobre la arqueología de inmigración en O Barco. “Queremos hacer un estudio sobre la sociedad desde el final de la Guerra Civil hasta nuestros días”, explicó el arqueólogo Carlos Tejeriza quien ha destacado el impacto de la inmigración en la comarca.

Así, el grupo tan solo dice un hasta luego a la zona de Casaio donde, en esta campaña, han excavado en siete ubicaciones distintas; tres en lugares relacionados con la guerrilla antifranquista (una investigación que empieza a tocar su fin) y otros cuatro en la guerra más oculta, la del wolframio incluido el destacamento penal de las Minas de Valborraz.

De este último, el arqueólogo de Sputnik, Carlos Tejeriza anuncia que habrá futuras campañas. “Se conocía el destacamento pero no sé sabía cómo era ni cuáles eran sus condiciones de vida. Habrá futuras campañas sobre este destacamento porque hay bastante material. Lo que ha salido es que, a pesar de ser esclavos, sus condiciones de vida eran ligeramente mejores que en otras zonas: tenían acceso a agua caliente y a la electricidad, lo cual no pasaba en las comunidades locales de alrededor”, subraya Tejeriza.  



Además, el grupo también ha excavado en lugares vinculados al estraperlo de wolframio. “Algunas personas buscaban vetas de wólfram y lo vendían en el mercado negro. Hemos encontrado campamentos en los que vivían muchas personas y en condiciones muy precarias. En un lugar hemos hallado armas de corto alcance lo que nos habla de la violencia de la zona”, señala el arqueólogo.

Esta tercera campaña también ha incluido entrevistas a personas que vivieron de primera mano las excavaciones y ventas de wolfram, "una de ellas, nos ha dado mucha información sobre dónde había campamentos. Otra trató sobre las redes de enlace que se dieron en Valdeorras, en concreto a una mujer que servía de enlace de personas que vivían en la Ciudad de la Selva con Valdeorras. La memoria oral y la arqueología se unen para darnos ese relato tan importante sobre el presente.", ha explicado Tejeriza quien finaliz señalando que aunque el tema de la guerrilla ya toca su fin, el estudio sobre el wolframio continuará.

Si quieres escuchar la entrevista completa, pincha aquí


Sputnik Labrego estudiará la arqueología de la inmigración en O Barco