
En un mundo cada vez más digitalizado, la seguridad y el rendimiento de los ordenadores en las oficinas juegan un papel crucial. Sin embargo, muchas empresas y autónomos siguen trabajando con equipos obsoletos, lo que no solo ralentiza su actividad, sino que también los expone a riesgos de seguridad informática. Óscar Yáñez, de APP Informática, destaca la importancia de actualizar los sistemas y estar preparados para los cambios tecnológicos, especialmente con la inminente obligatoriedad de la factura electrónica.
Un problema que muchas empresas ignoran
Según Yáñez, muchos negocios ven la informática como algo secundario, sin darse cuenta de que su productividad y seguridad dependen de equipos en buen estado. «Muchos autónomos y empresas solo usan el ordenador para hacer facturas y entrar en internet, pero no piensan en si su equipo es capaz de soportar las nuevas actualizaciones», explica.
Uno de los mayores problemas es la falta de compatibilidad con la nueva normativa de factura electrónica. De hecho, en muchas ocasiones se han encontrado empresas que aún utilizan el Windows XP o Windows 7, sistemas sin soporte, inseguros, vulnerables a virus y estafas. «Cuando intentan actualizar su software de facturación, se dan cuenta de que su equipo no lo soporta y es cuando empiezan los problemas», advierte.
Además, muchas empresas trabajan con programas de facturación antiguos cuyos desarrolladores ya no existen o no ofrecen soporte, lo que puede derivar en la pérdida de datos esenciales para su actividad.
El avance de la inteligencia artificial y los nuevos riesgos informáticos
El desarrollo de la inteligencia artificial ha supuesto un gran avance en muchas áreas, pero también ha facilitado la creación de ataques más sofisticados. «Antes, un virus podía ralentizar o bloquear un equipo, pero ahora los ciberdelincuentes buscan algo más valioso: los datos. Si pueden, te encriptan toda la información y luego te piden dinero para desbloquearla», señala Yáñez.
Los sistemas operativos más recientes incorporan medidas de seguridad avanzadas que protegen contra estas amenazas, por lo que trabajar con un equipo actualizado es una barrera fundamental contra los ataques informáticos.
Invertir en equipos modernos: más seguridad y mayor productividad
Más allá de la seguridad, la actualización de los equipos también repercute directamente en la eficiencia de los trabajadores. Muchas empresas no son conscientes del tiempo que pierden con ordenadores lentos hasta que instalan nuevos dispositivos. «Ponemos un ordenador nuevo en una oficina y la gente se sorprende: "¡No sabía que podía trabajar así de rápido!"», comenta Yáñez. «Abrir un documento en décimas de segundo, cargar una web sin esperas… Todo eso es tiempo y el tiempo es dinero».
Además, actualizar un ordenador no supone un gran gasto en comparación con otros dispositivos tecnológicos. «Si la gente gasta mil euros en un móvil, ¿por qué no invertir 500 en un ordenador que te servirá durante años?», reflexiona.
Con la llegada de la factura electrónica y los cambios en los sistemas de gestión, la actualización de los equipos ya no es una opción, sino una necesidad. «Si en 2025 la facturación electrónica se vuelve obligatoria, muchas empresas se encontrarán con equipos que no pueden soportarla. Es mejor anticiparse y evitar problemas», concluye Yáñez.