«Mucha gente ha perdido todo: coche, casa y negocio». Hablan los GES de Valdeorras a su vuelta de Valencia
Los tres GES que acudieron a Valencia para ayudar en las labores de limpieza de los municipios más afectados por la DANA vuelven a Valdeorras agotados pero felices de la ayuda prestada
«Mucha gente ha perdido todo, coche, casa y negocio»
«Estamos en este trabajo porque nos gusta ayudar a la gente». Esa fue la motivación de los 3 miembros de los GES de Valdeorras para acudir a Valencia en cuanto supieron que necesitaban voluntarios. Allí han estado una semana trabajando de 8 de la mañana a 7 de la tarde, comiendo en tan solo un cuarto de hora. Pero aunque ha sido duro, ninguno duda a la pregunta de si volverán si se les necesita de nuevo, «por supuesto».
GES de Valdeorras trabajando en Valencia
Aseguran que la situación que se encontraron cuando llegaron a Paiporta, zona cero de las inundaciones y alrededores, fue mejor de lo que se habían imaginado. «Había coches, muchos coches, estaba hasta arriba de coches, todos unos encima de otros y escombros por todos lados», pero, afortunadamente, solo vieron daños materiales, algunos de gran calibre, pero no encontraron víctimas.
Al principio, reconocen, «la situación era un poco caótica, luego se fue organizando mejor». El primer día les enviaron a por unas bombas a una localidad cercana. «El GPS marcaba 9 minutos y tardamos más de una hora». Moverse por allí era muy complicado. No pueden indicar los litros cúbicos de agua que han sacado a lo largo de esos días de garajes y de huecos de ascensor... «uf, muchos, imposible hacer un cálculo» ni tampoco la cantidad de municipios y personas a las que ayudaron a lo largo de esas largas jornadas, su único objetivo era trabajar y también, aseguran «hacer de psicólogos».
Algunas imágenes quedarán grabadas en sus cambezas para siempre, «una hilera de chalets adosados, totalmente destrozados, sin paredes, no quedaba nadie y solo había una chica llorando», también, el olor en algunas zonas. «En las calles de Paiporta, en algunos sitios olía mal, pero lo peor, lo vimos en uno de los polígonos», no llegaron a saber el motivo de ese hedor.
Lo más gratificante, coinciden, es el reconocimiento de la gente. «Tocaban el claxon cuando llegábamos, nos aplaudían... estaban muy contentos por la ayuda», reconocen con una sonrisa. Los GES de Valdeorras reflexionan sobre esta tragedia y esperan que tanto dolor y destrucción sirva para cambiar los planes de emergencias y otro tipo de actuaciones municipales y estatales para que algo así no vuelva a ocurrir.