Fran D Bendollo: de la publicidad efímera al arte que permanece
El publicista y diseñador gráfico, que pasó su adolescencia en O Barco, expone su obra en el Teatro Lauro Olmo durante la semana de Cine, del 1 al 8 de septiembre
Fran de Bendollo: de la publicidad efímera al arte que permanece
Las paredes de la Casa de la Cultura de O Barco respiran cine estos días, pero también arte. Entre carteles y pantallas, los visitantes tropiezan con los colores, los trazos y las ironías visuales de Fran D Bendollo, el artista que expone durante la Semana de Cine de este año.
Su obra no es nueva en ciudades como Madrid, pero ahora regresa al lugar donde pasó su adolescencia —entre los 11 y los 20 años— con 21 piezas que combinan marcas, iconos y una mirada crítica a la sociedad de consumo. «Hay series de monos, de la baraja española, varias de publicidad e incluso algunas inspiradas en Basquiat», explica el autor.
D Bendollo no viene de las aulas de Bellas Artes, sino del mundo del diseño y la publicidad digital. Acostumbrado a trabajar con imágenes que duraban apenas una campaña, sintió la necesidad de crear algo con más recorrido: «La publicidad al final dura una semana y esto dura bastante más», comenta.
Ese salto hacia lo físico le permitió volcarse en un proceso creativo exigente, donde lo gratificante llega al final: «Una vez acabada la obra, me sorprende haber conseguido plasmar algo abstracto en algo real. Incluso yo me pregunto cómo he podido hacerlo».
Aunque en un inicio no pensaba en vender sus cuadros, la acogida fue inmediata. La mayoría de las piezas ya están en manos de coleccionistas, muchos de ellos del propio O Barco. En la exposición actual solo siete son de su propiedad; el resto, cedidas por particulares. «Más que un objetivo de venta, lo que quería era que mis colegas, que conocían mi obra por Instagram, pudieran verla en directo», señala.
Su canal principal sigue siendo Instagram (@frandbendoyo), donde comparte sus últimas creaciones. No tiene web ni tienda online, porque —dice— no busca vender de forma masiva, sino mostrar y compartir.
Los visitantes que recorren la exposición se detienen frente a logotipos de Coca-Cola, McDonald’s o Mobil, reinterpretados con un aire que mezcla nostalgia, crítica y humor. A veces, un muñeco trepa por un cartel; otras, una palabra cambia el sentido de toda una marca. El resultado es un diálogo constante entre la cultura pop y el espectador, que oscila entre la sonrisa y la reflexión.
La exposición podrá visitarse durante toda la Semana de Cine de O Barco. Una oportunidad para reencontrarse con un vecino que convirtió la fugacidad de la publicidad en arte que perdura.